A Asensio se le quedó la pierna encajada en el suelo y se lesionó. Se marchó del campo llorando. Se temía lo peor, y así fue: se ha roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y tendrá que estar unos ocho meses de baja. Aquí están las claves de su recuperación.

¿Qué es el ligamento cruzado anterior?

Los ligamentos son los que dan estabilidad a la rodilla, los que unen la tibia y el peroné con el fémur. El más importante de ellos es el cruzado anterior y su rotura es común en el deporte en general y en el fútbol en particular porque hay frenadas, arrancadas, giros... La han sufrido infinidad de futbolistas, como Asenjo (hasta cuatro veces, cuatro operaciones, y sigue jugando), Canales (tres veces), Víctor Valdés, Xavi, Thiago, Rafinha, que se acaba de recuperar... Y en otras disciplinas, por decir algunos de los mas recientes, el también madridista Llull (baloncesto) o Carolina Marín (bádminton).

¿Qué solución hay?

La única es la operación, por artroscopia, para lo que se utiliza un injerto que haga la labor del ligamento cruzado anterior. Este injerto puede ser de otra parte del cuerpo del paciente (tendón rotuliano, tendones de la pata de ganso...) o de un cadáver.

¿Cómo es la rehabilitación?

Es la parte más importante para que no queden secuelas. Hoy en día las operaciones de ligamento cruzado anterior no suelen tener consecuencias, aunque la recuperación es lenta y trabajosa. Las dos primeras semanas después de la operación suelen ser de reposo con antiinflamatorios. El paciente puede usar una máquina artromotor para ir ganando flexión y extensión de la articulación y poco a poco andará apoyando siempre con dos muletas. A los 15-20 días se quitan los puntos de sutura de la operación. Los primeros trabajos con el fisioterapeuta son para ayudar a la cicatrización y recuperar la musculatura. En tan poco tiempo, se pierde más musculatura de lo que parece, por eso se trabajan cuádriceps, isquiotibiales, gemelos... Reforzar la zona que rodea la rodilla es fundamental para el futuro. Se empieza a caminar en una piscina, donde el peso corporal es menor, a hacer bicicleta sin resistencia, y con el fisio se va volviendo a recuperar toda la flexión y la extensión, que es la parte que puede ser un poco más dolorosa. Pasado un mes, en función de si sólo se ha roto el cruzado o hay más lesiones (en el caso de Asensio los plazos pueden bailar un poco, al tener afectado también el menisco), las muletas se van soltando y se sigue con el trabajo en piscina y de fortalecimiento en general. Se empieza con ejercicios de propiocepción (equilibrio), se van metiendo impactos y se comienza a caminar fuera del agua, primero en llano, después en terrenos más difíciles (a partir de los 2-3 meses), para después trotar (4-5 meses) y hacer ejercicios específicos del deporte que se quiera practicar. Pero todo muy poco a poco. El injerto necesita un tiempo, unos 4 meses, para adaptarse al cuerpo y empezar la hacer la función que hacía el ligamento cruzado anterior, para "convertirse"en él. El trabajo físico va apoyado de uno mental, para recuperar la confianza en la rodilla.