
Deportes
Así era el fútbol cuando no había árbitros: una figura inexistente en los primeros partidos de la historia
Se trata de una persona importante en cada partido que debe ser imparcial y no beneficiar ni perjudicar adrede a ningún equipo

El árbitro es una de las figuras más importantes en los partidos de fútbol, pues es quien tiene que poner objetividad y neutralidad a cada encuentro. Pese a ello, en numerosas circunstancias en las que hay opiniones divididas o jugadas complicadas de interpretar, acaba envuelto en alguna polémica por diversas decisiones arbitrales, aunque lo que está claro es que nunca llueve a gusto de todos. El caso es que hubo un tiempo en el que los partidos se jugaban sin árbitros, siendo esto al principio de la invención de este deporte, pero en el que eran los propios jugadores los que decidían qué pitar, qué era válido o cómo transcurría cada enfrentamiento.
Lo cierto es que en los primeros años de la existencia del fútbol como deporte, la figura del árbitro no existía, y no sería hasta unos años más tarde cuando, con varios clubes formados y competiciones, comenzó a aparecer por la necesidad de un sujeto imparcial que no favoreciera ni perjudicara a ningún equipo. En Inglaterra, cuna de este deporte, la la primera referencia oficial que se tiene del arbitraje es con la primera edición de la Football Association Challenge Cup en 1871. De esta forma, se usaba la designación de árbitros imparciales para aplicar las Reglas de Juego, con funciones, deberes y poderes durante la disputa de los partidos.
Algo parecido sucedía en España. En nuestro país, llegaba el fútbol años después de su creación, a finales del siglo XIX. Pero los primeros partidos no contaban con la figura del árbitro, llegando a disputarse encuentros sin arbitraje. No sería hasta entrado el siglo XX cuando se hizo necesario una persona imparcial en los partidos que no estuviera condicionada por nadie.
Un fútbol sin árbitros: así era este deporte antes de que llegara el aterrizaje en España y otros países
El hecho de que no existiera árbitro en los primeros partidos de fútbol tiene que ver con que la mayoría de las reglas generales del juego no se habían acordado. Lo que hoy vemos como un penalti, un fuera de juego y demás situaciones antirreglamentarias, en aquellos años de mediados y finales del siglo XIX todavía no se conocía.
Por eso, para la determinación y cumplimiento de las "primeras reglas" (poco más de marcar gol en la portería contraria y no tocar el balón con las manos), no hacía falta árbitro ni persona similar. Los ingleses consideraban, y consideran a día de hoy, que el fútbol es un juego de caballeros, por lo que se confiaba en la palabra de los propios jugadores para hacer respetar un partido sano.
De esta forma, si algún jugador cometía alguna infracción como darle con la mano, empujar al adversario o alguna conducta antideportiva, era el propio infractor o sus propios compañeros quienes decían lo que habían hecho mal, para que el rival o equipo que había sufrido la infracción tuviera el balón y continuara el partido con normalidad.
Si bien aparecía el nombre de John Meirs como el primer árbitro profesional en dirigir un partido oficial en el año 1891, en algunos países todavía seguían en las mismas situaciones que hasta entonces. El fútbol, considerado un deporte de caballeros, se creía que era jugado también por caballeros, así que no se hizo necesario la figura del arbitraje puesto que los jugadores resolvían las disputas entre ellos, siguiendo el modelo británico en el que cada equipo designaba a un capitán para hacer de mediador.
Hasta que, como en España, después de la aparición de varios clubes y las primeras competiciones como la Copa Macaya o la Copa del Rey, era necesaria una figura imparcial. Así, en nuestro país se establecía un reglamento más unificado con la creación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en 1914, de tal forma que los equipos podrían estar tranquilos y saber que ajenos a ello, había una persona imparcial.
Con el paso del tiempo, el papel de los colegiados se ha ido desarrollando, asumiendo un rol más destacado. Llegarían los árbitros asistentes y jueces de líneas; se introducirían las tarjetas, el cronómetros o los propios fueras de juego y penaltis, así como el tiempo de descuento, o con la llegada y auge de las nuevas tecnologías, otras situaciones como el fuera de juego semiautomático, el VAR
✕
Accede a tu cuenta para comentar