Todo parecía acabado para Red Bull y Verstappen. Hamilton aguantaba su ventaja de 13 segundos a falta de cinco giros para el final y nada parecía que fuera a quitarle su octavo título. Por detrás, Mick Schumacher y Nicholas Latifi luchaban por la posición. El alemán le superó y el canadiense se “calentó” más de la cuenta dos curvas después. Hizo un trompo y chocó con el muro. Ahí acabó su carrera y también... el título de Hamilton. Cuando todo estaba bajo control, salió el coche de seguridad. para poder retirar el Williams. Un desastre para Mercedes provocado por un piloto de un equipo “satélite” de la compañía alemana.

El canadiense siempre ha sido muy criticado por su falta de rendimiento y forma parte de ese reducido club de pilotos que tiene mucho dinero familiar y asegura su volante a base de patrocinadores. Esto no quiere decir que su trayectoria no sea buena en categorías inferiores, pero a día de hoy, hay otros muchos pilotos que podrían ocupar su puesto en Williams.