Alarcón regresa tras ser herido y trofeo de Víctor
Una sola oreja paseó Hernández en el mano a mano que abría la Feria de Otoño mientras que Álvaro fue herido en el muslo
Creada:
Última actualización:
Con un farol de rodillas en el tercio inauguraba Víctor Hernández la primera. No de muchas sino de una feria distinta. Un Otoño por el que pasarán las figuras y que cerrará con Roca Rey un Doce de Octubre con un «No hay billetes». No estábamos en esas, más bien en el turno de los novilleros. Había mucha tela que cortar porque Madrid impone y a la de Fuente Ymbro se le presupone. El primero fue terciado y apostó en los inicios por los cambios por la espalda, los fuegos artificiales, luego el toro tuvo ritmo que acabó cogiendo el novillero más hacia la tercera tanda, ya por dentro con el animal. Al natural fue ejemplar con movilidad y temple, que no abandonó en ningún momento en la larga faena. Hernández buscó siempre en la labor, a veces por fuera y otras muy suavón y centrado con el ejemplar sin llegar a cotizar en la emoción, ahí pecaba el animal también punto sosote. Se alargó y penalizó con el acero.
Recién comenzaba a dirimirse el mano a mano, la rivalidad, cuando el terciado segundo se encargó de liquidarla. Iniciaba la faena Álvaro Alarcón y el fuenteymbro ya había dejado alguna estela de esa manía suya de soltar la cara. Lo volvió a hacer, pero esta vez para hacer presa del torero. Lo hirió. Al levantarse, además de llevar la cara ensangrentada, tenía una cornada en la pierna derecha. Se mantuvo en el ruedo, siguió, pasó la fatiga y dio muerte al toro antes de irse andando a la enfermería por su propio pie. En un pis pas Víctor se había quedado con la responsabilidad de la tarde entera. En apariencia.
Lo mejor del tercero fue sin lugar a dudas el estoconazo. Soberbio y fulminante. De libro. Iba y venía el toro y así la faena, que tuvo mucho temple y poca transmisión. Quedaba mucho por recorrer. La mitad del festejo, pero a solas.
Corrió turno en el cuarto, por si acaso venían noticias de la enfermería y fue un fuenteymbro muy estrechito de sienes y tan noble como sosote. La faena de Víctor transitó las mismas trazas, con un final de arrimón buscándole más las vueltas. Y cuando los ánimos estaban calientes tiró de valor para plantarse delante del novillo y hacerle unas manoletinas de rodillas y un circular que acabó unido a otras tantas cosas. En el toreo fundamental tuvo temple y también toreó en línea. Fue un cañón con la espada en la manera de tirarse, a pesar de que se le fue caída. Le pidieron una oreja y el presidente, que se había resistido antes, se la dio. Ligera.
Las previsiones se cumplieron y a pesar de haber sido operado de una cornada de 15 centímetros Alarcón volvió para el quinto. El toro tuvo buena condición (con ese punto desigual) y así la faena de Álvaro, que se relajó con el toro y dejó momentos muy plásticos y un estoconazo.
Al sexto se le protestó por flojo, pero se quedó en el ruedo y lo que hizo fue protestar en el engaño de Alarcón. El novillero lo intentó, pero no había manera de levantar aquello. El mano a mano había quedado en una lidia descabalada y a la fuerza con poca rivalidad, eso sí con el esfuerzo de Alarcón que salió de la enfermería y el trofeo de Hernández de una plaza quizá en ¿cambio? Que no volvió la cara.
LA FICHA
Las Ventas. Primera de la Feria de Otoño. Novillos de Fuente Ymbro. El 1º, con temple; el 2º, complicado; el 3º, va y viene; el 4º, soso; el 5º, de buena condición; el 6º, flojo y a la defensiva. Un tercio de entrada.
Víctor Hernández, de rosa palo y oro, aviso, estocada, dos descabellos (saludos); estocada muy buena y fulminante (saludos); estocada caída (oreja).
Álvaro Alarcón, de verde y oro, dos pinchazos, estocada corta, herido; buena estocada, aviso (palmas); pinchazo, estocada caída, dos descabellos (silencio).
Parte de Alarcón: Cornada en muslo derecho de 15 cm. Pronóstico leve.