Los Oscar excluyentes de Trump
El gremio mantiene su discurso contestatario mientras Disney y Warner se pliegan ante las nuevas y polémicas directrices de la Casa Blanca


Madrid Creada:
Última actualización:
Abanderada feminista neoyorquina y promotora del cuidado del cuerpo, exponente privilegiada del activismo político en Estados Unidos y la lucha por los derechos civiles hasta el punto de ser bautizada en la década de los sesenta con el sobrenombre de "Hanoi Jane" por su feroz oposición a la Guerra de Vietnam, ha tenido que ser Jane Fonda a sus envidiables y sobrenaturales 87 años la que protagonice el recrudecimiento de los discursos en Hollywood contra la apisonadora de medidas anunciadas y aplicadas por la nueva administración de Trump y protagonice uno de los alegatos más explícitos hasta la fecha en lo que llevamos de celebraciones previas a los Oscar.
Sin olvidar el "tengo muchas cosas que decirles, porque tal vez pueden meternos en la cárcel, golpearnos, pero nunca podrán quitarnos el alma ni nuestra resistencia ni nuestra identidad. Levanten sus voces. Libertad. Yo soy quien soy, no quien quieres que sea", reivindicado por una otrora exultante Karla Sofía Gascón pre cancelación durante los Globos de Oro o el emotivo "esta película nos ayuda a pensar en cómo sobrevivir a tiempos difíciles como este" de Fernanda Torres tras ganar durante esta misma entrega el premio como mejor actriz de drama por la política y sensible cinta brasileña "Aún estoy aquí".
"No debemos, ni por un momento, engañarnos sobre lo que está sucediendo. Esto es muy serio, amigos. Seamos valientes"Jane Fonda
El pasado lunes, la ganadora de dos estatuillas doradas y mito por derecho del séptimo arte, recordaba durante la recogida de un premio a toda su extensa carrera otorgado durante la celebración de los premios del Sindicato de Actores de Cine de Hollywood (SAG) algo fundamental en términos de concepto que parece quitarle el sueño al mandatario americano: "Lo que creamos nosotros, los actores, es empatía. Nuestro trabajo es comprender tan profundamente a otro ser humano que podamos tocar su alma. Y no os equivoquéis, la empatía no es débil o ‘‘woke’’. Ser ‘‘woke’’ solo significa que te importan los demás", pronunció la veterana actriz antes de lanzar el siguiente órdago a la batalla frontal contra la inclusión iniciada por Trump.
"¿Alguno de vosotros ha visto un documental de alguno de los grandes movimientos sociales por los derechos civiles, contra el apartheid o en Stonewal y se ha preguntado si tendría el valor suficiente de seguir esa estela? ¿Seríais capaces de aguantar las mangueras, las cachiporras y los perros? Ya no tenemos que preguntárnoslo, porque estamos en nuestro propio momento-documental. ¡Aquí está y no es un ensayo!", advirtió antes de rematar: "No debemos, ni por un momento, engañarnos sobre lo que está sucediendo. Esto es muy serio, amigos. Seamos valientes. No debemos aislarnos. Debemos permanecer en comunidad. Debemos ayudar a los vulnerables. Debemos encontrar formas de proyectar una visión inspiradora del futuro".
Una visión inspiradora cargada de concienciación y sensibilidad hacia lo diverso y lo infrarrepresentado en la industria audiovisual a la que apelaba la intérprete que plataformas como Disney, Paramount y más recientemente Warner habían empezado a fomentar en sus representaciones dando cabida a la participación de colectivos vulnerables que pretendían huir del estereotipo ofensivo –o en el caso concreto de Disney a la especificación preventiva del contenido de los clásicos de la major con un mensaje al inicio de la cinta– y que ahora modifican o directamente desaparecen en favor de un supuesto beneficio para Hollywood que no deja de traducirse como un rotundo retroceso en materia de políticas DEI (diversidad, equidad e inclusión).
Tal y como señalan desde Deadline, las empresas de todas las industrias han estado, desde la llegada a la Casa Blanca del republicano reduciendo o cerrando programas, estudios y lenguajes adaptados como respuesta a un ataque deliberado a la DEI por parte del presidente y su administración «que se manifiesta en órdenes ejecutivas, investigaciones y bombardeos en las redes sociales». El aura de señalamiento macartista llega hasta tal punto que la Fundación Americana para la Rendición de Cuentas, una organización conservadora nacida para hacer frente a la anterior administración Biden, ha publicado la "Lista de vigilancia DEI", que busca señalar a supuestos trabajadores de estos programas. El documento apunta, sobre todo, a mujeres negras y se basa en la afiliación política personal de los empleados federales, solo cuando es contraria a Trump. Todo vale y todo parece servir en la construcción de esta suerte de demencia colectiva. De la política a la cultura pasando por los derechos humanos, está claro que la afrenta absolutamente demencial de un Trump arengado por su caricaturesco adlátere Elon Musk en contra de la diversidad está alcanzando cotas insoportables a las que el cine se muestra lo suficientemente permeable como para que este domingo, se escuchen los ecos de sus consecuencias en el interior del Dolby Theatre de Los Ángeles.