¿Por qué arrasa Taylor Swift en el mundo?
Es la artista del momento, pero pocos pueden citar una canción más allá de «Shake it off»: la estadounidense, a punto de aterrizar en España, es una artista sin hits en la cima del pop
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Estudiantes de literatura de Harvard debaten sobre sus letras. Fue, con 26.000 millones de reproducciones, la artista más escuchada del año pasado. Las escuchas de las canciones de Taylor Swift han crecido, en cinco años, un 1.100 por ciento. Fue la persona más buscada en Google el año pasado. La desmesura asoma en cada cosa que hace o dice. La artista estadounidense es una auténtica máquina de batir récords y subirle la apuesta a los epítetos. Es, por todas estas cosas y muchas, muchísimas más, la artista de este tiempo. Y, sin embargo, nadie que no sea fan de Swift puede mencionar una sola canción suya, si excluimos el ya viejo tema «Shake it Off», publicado en 2014. Paradójicamente, en la última década, la artista estadounidense se ha convertido, sin una canción de esas que parte el mundo, sin un tema memorable, en la número uno.
Swift presentará en el Santiago Bernabéu de Madrid los próximos 29 y 30 de mayo The Era’s Tour, un espectáculo concebido para repasar toda su carrera a través de cuarenta temas y casi cuatro horas de espectáculo. Sin embargo, resulta difícil de concebir que, a lo largo de 11 discos, la estadounidense no haya logrado un puñado de temas «virales». Esa canción que Neil Tennant, mitad de Pet Shop Boys, denominaba el «Billie Jean» de su carrera que sigue sin aparecer. Basta decir que, en la lista de canciones más escuchadas de la historia de Spotify hay que bajar mucho para encontrarse con el primer corte de Swift: «Cruel Summer» aparece en el puesto 65 de una lista que lideran «Blinding Lights» (The Weeknd) y «Shape of you» (Ed Sheeran). Swift solo incluye una canción en esa lista, en la que los dos citados han conseguido colocar cinco, igual que Dua Lipa, Justin Bieber o Post Malone.
En lugar de buscar el «hit», Taylor Swift ha hecho lo contrario: en una decisión arriesgada, con todos los oídos pendientes de ella, la de Pensilvania decidió publicar un ambicioso doble disco, dos horas de música, que convirtiese «The Tortured Poets Department» (2024) en una «Anthology» de 31 canciones. Varias de ellas han logrado una muy respetable cifra de escuchas, pero lejos de marcarse un Shakira. ¿Cuál es, entonces, el secreto del éxito de Taylor Swift? Patricia C. Agüero acaba de publicar «Taylor Swift. La era de la generación swiftie» (Lungwerg), un libro que se asoma a su vida y sus canciones y que trata de desentrañar el contenido de su obra a través de ilustraciones. Sobre la ausencia de esos grandes éxitos, Agüero cuenta su experiencia: «Uno de mis grupos favoritos es Fleetwood Mac y no puedo decir que tengan una de esas canciones que reconocen hasta las abuelas. Pero qué importa. Tienen muchísimos grandes temas, tantos, que no puedo decir cuál es mi favorito. Tampoco creo que los seguidores de Fleetwood Mac coincidan en uno. Es más, ‘‘Shake it off’’ no es, en absoluto, la canción que me gusta más de Taylor Swift. Hay canciones que logran éxito porque salen hasta la saciedad o te taladran con ellas, pero yo prefiero la calidad al hit. Creo que, con el tiempo, se valorarán más sus composiciones», asegura.
Agüero apunta a las canciones de largo recorrido, de contenido generacional. «Pienso que la clave de su trayectoria es la capacidad que tiene para hablar de temas que te acompañan durante todos los momentos de tu vida. Su discurso feminista, los temas que hablan del amor propio, de las relaciones tóxicas de pareja, del compromiso, de las amistades poco fiables, el síndrome de la impostora, la mujer y el éxito o del amor en su fase más romántica, son temas universales con los que se pueden identificar varias generaciones desde que la descubrimos en 2006», explica. Muchas de sus fans han crecido junto a ella, experimentando las mismas situaciones cotidianas, ajenas a la fama de una estrella mundial, las que puede atravesar cualquier persona corriente varias veces a lo largo de su vida. La ilustradora pone un ejemplo: «Cuando sacó ‘‘Red’’ en 2021, era un trabajo sobre cómo te rompen el corazón y desde entonces se ha convertido en un disco al que vuelves cuando sufres un desamor y quieres sentirte la persona más miserable del mundo. Pero en otros discos habla de cuando han intentado hundirte y tú resurges de tus cenizas. O de las amistades disfuncionales, que es algo de lo que se habla poquísimo en la música». Según la autora, detrás de la obra de Swift, vista en retrospectiva, late una pregunta generacional: «¿Qué hago ahora? ¿Hacia dónde voy? Yo pienso que hay pocas cosas que definan mejor lo que supone ser alguien joven en estos tiempos».
Entre esos temas, inevitablemente, está el del amor. «Esto es algo que le critican mucho. Que habla de relaciones, amor, rupturas... pero creo que el amor por lo que haces o las personas que están alrededor nos mueve. Pienso que ella presenta las cosas buenas tanto como las malas y que, además, todos los músicos hablan de amor y se pone el foco en ella porque es la artista del momento», dice la autora, que ensalza el tratamiento, en ocasiones autorreferencial, pero también narrativo, con personajes ficticios. «Primero, el tratamiento: lo hace de una perspectiva novedosa y necesaria. Abierta, pero elegante. No es explícita como un Shakira-Piqué. Y su forma de escribir: todo el mundo se siente identificado. Puede decir: ‘‘me veo aquí’’. Conectas». La escritora e ilustradora no se atreve a valorar los méritos poéticos, pero pone un ejemplo de buena escritura. En «Folklore», Swift escribió una trilogía de tres canciones enlazadas entre sí sobre tres personajes ficticios que mantienen un triángulo amoroso adolescente a través de «Betty», «August» y «Cardigan», tres cortes distanciados entre sí, colocados estratégicamente para conducir al oyente a través del disco con estas historias enlazadas. Aparecieron en 2020, en plena pandemia, y la propia artista los presentó como personajes ficticios «o que ojalá no hubiera conocido», jugando literariamente con su existencia. «Cuenta muy bien las historias y esa no fue la única vez que lo ha hecho, a pesar de que la critiquen porque aparentemente solo habla de sus propios desamores». Por algo será la número uno, aunque millones de personas tendrán millones de razones.
► Cifras desmedidas
La gira que lleva a Madrid a Taylor Swift es uno de esos espectáculos concebidos para abrumar. Su repertorio, de 44 canciones, se extiende a lo largo de más de tres horas. En escena, Swift se llega a cambiar hasta 17 veces de vestuario. En Sidney, la asistencia a una de las paradas de la gira superó las 96.000 personas. En otra de las fechas, en el AT&T Texas Stadium de los Dallas Cowboys se generó por los asistentes un volumen de contenido digital que ocupaba un total de 28,9 terabytes de datos: algo así como 5,7 millones de fotos y 11.500 horas de vídeo. Por todas estas razones, se ha acuñado el término «swiftconomics»: el impacto en la economía de su «tour», capaz de subir el PIB y afectar a la inflación.