¿Y si resulta que The Killers mandan en Mad Cool?
El grupo de Brandon Flowers celebra la ligereza de la canción pop en un Mad Cool en crecimiento artístico exponencial en la segunda jornada
Creada:
Última actualización:
Es muy posible que la opinión resulte impopular, pero en estas líneas solo cabe una. Puede que se enfaden los seguidores de Metallica, que tendrán sus lugares y sus razones para expresarlas. Pero The Killers ofrecieron anoche el mejor concierto de Mad Cool en 2022. ¿Rock con azúcar? Perfecto. ¿Radiofórmula? Seguro. Pero las sensaciones con la banda de Las Vegas fueron las de levedad, el estribillo a voz en cuello y la empatía. Nunca (y perdonen la molesta primera persona) me han resultado especialmente simpáticos, pero anoche era imposible no mover los pies y vibrar con un Brandon Flowers en estado de gracia, repartiendo temazos y haciendo disfrutar.
“Mad Cool, estamos vivos. Que tal lo lleváis”, dijo en perfecto castellano después de “The Man” y “Spacemen”, dos homenajes a la canción pop sin pretensiones, a la redondez de los tres minutos y pico. Dos celebraciones de la ligereza de la vida devuelta a la realidad. Mientras la noche antes Metallica ofrecieron su tren con destino a la alienación y paradas en las estaciones de los solos de guitarra, The Killers se vaciaron en conectar con el público. Ya digo que puede resultar incómodo para los muchos detractores de la banda de Las Vegas e incluso para este cronista, pero conviene dejar a un lado los prejuicios de vez en cuando. Vale que uno se identifica más con una panda de enajenados en un garaje que con la dentadura perfecta y la frente tersa de Flowers, y es cierto que prefiere como norma general a los clientes del psiquiatra que a los mormones abstemios, pero tampoco hemos venido a Mad Cool a hacer amigos ni sociología de sofá. Uno ha asistido a suficientes conciertos de The Killers decepcionantes (incluso infumables) para saber cuándo hacen uno enorme. Y anoche lo fue.
La puesta en escena ya declaraba intenciones hedonistas con un coro femenino y un armazón de gran banda de estadio que ha venido para divertir y divertirse. “¿Somos humanos o bailarines?”, se preguntó Flowers de rodillas, buscando la respuesta, en la quinta canción. Somos bailarines, maldita sea, no sujetos pasivos de un solo de guitarra, pareció contestarle el público. Vale que Flowers vestía una chaqueta torera intolerable sobre una camiseta de tirantes más intolerable todavía, pero claro, así de celebran las cosas en Las Vegas, con un poco de pompa hortera. Nadie se pudo resistir a “Somebody told me” y sus rayos láser sobre el público. Incluso estrenaron una canción, “Boy”, o al menos así se anunciaba en las letras gigantes que descendieron sobre el escenario. “All the things that I have” y “Read My mind” dejaron paso a la apoteosis de “Mr. Brightside”.
A veces las cosas en los festivales son así. Uno se aburre con los Deftones y disfruta con The Killers, al revés que el resto de su vida. Y conviene decirlo tal y como sucede. De otra manera sería engañarse a uno mismo. El nivel artístico creció exponencialmente en la segunda jornada del festival. Amyl And The Sniffers estuvieron colosales y emocionantes. Imagine Dragons, ¡también de Las Vegas! convincentes ante la masa que desbordaba su escenario. Y si Foals llegaron a darle la espalda al público con el éxito de “My number” (tema que llegaron a renunciar a tocar en el momento de mayor gloria) ahora buscan complicidad con la audiencia sin perder la clase. Y dos mujeres dieron la sorpresa: el techno de Peggy Gou y la sensualidad de Tove Lo bien pueden construir imperios.