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El suicidio de Kurt Cobain: una carta, un disparo y una canción de Radiohead

Hace hoy 28 años el líder de Nirvana se quitaba la vida de un escopetazo en su casa de Seattle, al no aguantar su estado de tormento, depresión y adicción
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El 5 de abril de 1994, hace hoy 28 años, Kurt Donald Cobain se quitaba la vida de un escopetazo en su casa de Seattle. Su cuerpo no fue encontrado hasta tres días después, y así el líder de Nirvana dejaba en shock a todos sus seguidores, así como aumentaba el fenómeno musical que había creado alrededor de su figura. Su voz cascada, sus letras y su aportación al emergente grunge, entonces también personalizado por Pearl Jam o Alice in Chains, le convirtieron en un icono musical, voz de la generación X, imagen aún más consolidada gracias a su carácter de estrella del rock: atormentado, frustrado, a veces preocupado de que el mensaje de su obra fuese malinterpretado.
Precisamente este perfil depresivo es del que dejó constancia antes de suicidarse. En su casa de SEattle, tras trabar la puerta con un taburete, escribió una carta de despedida dedicada a Boddah, su amigo imaginario de la infancia. Tenía 27 años, una vida y gran reconocimiento por delante, pero tomó la difícil decisión de desaparecer, y así lo explicó en la misiva: “Esta nota debería ser muy fácil de entender (...). Ya hace tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock’n’roll. Me siento increíblemente culpable. Por ejemplo, cuando se apagan las luces y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddie Mercury, a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase (...). Simular que me lo estoy pasando al 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar”.
De esta manera, Cobain dejaba claro el desencanto que tenía consigo mismo, y cómo no podía aguantar más el tormento y la adicción que su cuerpo y mente le exigían. Por tanto, y tras otras palabras que contiene la carta, concluyó escribiendo: “Lo tengo todo, todo. Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general... Solo porque parece que a la gente le resulta difícil relacionarse y ser comprensiva. ¡Comprensiva! Solo porque amo y me compadezco demasiado de la gente. Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por sus cartas y su interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión, y recuerden que es mejor quemarse que apagarse lentamente -en esta frase cita una letra de Neil Young-. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain”.

El eco de su muerte

Una vez dejó escrito su tormento, cogió la escopeta y apuntó a su cabeza, entrando de lleno en el “club de los 27″, pues se unía a la lista de otros genios de la música como Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison o Amy Winehouse que fallecieron a la misma edad. Así, la repercusión del suicidio de la estrella del rock y pionero del grunge fue inmediata, internacional, así como hubo una reacción curiosa a su muerte, y tiene que ver con una de sus creaciones.
Tras la muerte de Cobain, la banda Radiohead reaccionó de una forma peculiar: durante sus primeros discos, este grupo se inspiró en la escena del grunge, teniendo algunas canciones de su discografía parecían derivadas de Nirvana, especialmente del disco “Nevermind” (1991). Con esto, la influencia más directa que tuvo Nirvana en Radiohead vino de la canción “Sulk”, cuya letra tuvo que ser editada tras la muerte de Cobain, pues se inspiraba en los asesinatos de Hungerford que tuvieron lugar en Oxford.
Según “Far out magazine”, cuando grabaron la canción para el álbum “The Bends”, en 1994, omitieron la letra original, que decía “simplemente dispara tu arma”, ya que el de Nirvana se había quitado la vida de esta manera, y Thom Yorke, líder de Radiohead, no quería que se pensara ni por un momento que el tema aludía a la pérdida del artista.