Peter Frankopan: «Las beneficiarias de los grandes desastres del siglo XX fueron las mujeres»
El escritor inglés y catedrático en Historia Global por Oxford publica «La Tierra transformada», ensayo que repasa la historia de la humanidad a través del cambio climático
Madrid Creada:
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El ser humano es sinónimo de avance, de desarrollo. Asegura Peter Frankopan, escritor y catedrático en Historia Global por la Universidad de Oxford, que el actual «es el mejor momento para estar vivos, pues las personas tienen la esperanza de vida más alta que jamás se ha dado en la historia humana». Pero, ¿a qué precio? El papel del ser humano en la Tierra es el de «sobrevivir como un organismo biológico, adaptarnos al cambio». De lo contrario, continúa Frankopan, estaríamos avocados «a la extinción. A los humanos se nos da muy bien crear, innovar, enfrentarnos a los problemas, somos inusualmente inventivos, y eso debería darnos motivos para ser optimistas». Aunque a veces dichas soluciones puedan volverse en nuestra contra.
Recuerda el historiador que «en el siglo XX, los grandes beneficiarios de las terribles guerras y de las pandemias fueron las mujeres, pues sus derechos aumentaron, pudieron obtener el derecho al voto democrático, ser parte de la fuerza laboral, contribuyeron a la justicia. No obstante, en el XXI tenemos que cuestionar el papel del género». El mundo tecnológico que lidera los cambios actuales, «como la Inteligencia Artificial, es casi exclusivamente masculino. La Historia, como la tecnología, tiende a excluir a las personas, a ciertos grupos, entonces no dejamos de ser víctimas de nuestros éxitos».
"El clima extremo presiona porque los gobiernos se centralizan y tienden a la autocracia"Peter Frankopan
El diagnóstico inicial de sendos problemas reside en que «estamos viviendo para hoy, en lugar de pensar en el mañana», y tan solo nos queda la Historia como inmediato antídoto y, por extensión, libros como el recién publicado por Frankopan: «La Tierra transformada. El mundo desde el principio de los tiempos» (Crítica). Es un ensayo enciclopédico que examina cómo nuestro planeta, nuestro jardín, ha cambiado desde hace 5.000 millones de años, en ocasiones como consecuencia de los aciertos y errores humanos, pero también debido a otras influencias que han moldeado el mundo en el que vivimos. Desde el Big Bang, el planeta se ha configurado a través de erupciones volcánicas, inundaciones, sequías, terremotos... ¿somos producto del desastre? «Sin esas catástrofes no estaríamos aquí, hemos ganado la lotería de la vida», asegura el historiador, «el problema es que como especie tenemos un sobreconsumo y estamos cambiando el entorno demasiado rápido». Esto hace que el planeta sufra, que en Brasil se registren 62 grados centígrados de sensación térmica, o que «hayamos visto en todas partes de África temperaturas altísimas. Las anomalías climáticas son extraordinarias. Estuve en China hace unos meses, y en un día el diferencial de temperaturas en una parte del país y otra era de 80 ºC. En Eslovaquia, la semana pasada las temperaturas superaban los 7 grados por encima de la media. Es un desafío importante», advierte. Y también señala el agua como una preocupación urgente y global: «Por cada 10.000 gotas de en la Tierra, solamente una es agua fresca a la que tenemos acceso. Los sistemas planetarios están temblando».
Como profesor de Historia Global, subraya que «abrirnos a nuevas geografías es importante. Cualquiera que lea esto en España debería saber algo acerca del cine chino, o sobre el arte de Indonesia». Y no hay aspecto más común para todos los países y culturas que el mundo natural. Por ejemplo, en su libro Frankopan habla sobre las religiones: «Casi todas tienen un marco ecológico y medioambiental muy importante. Comparten esa idea de vivir bajo una buena moral obedeciendo las leyes de la naturaleza y, si no, habrá un castigo. El activismo hoy encuentra paralelismos con esto, también hablan del fin del mundo, avisando de qué nos puede pasar si vivimos de manera estúpida».
"Por cada 10.000 gotas en la Tierra, solo una es agua fresca a la que tenemos acceso"Peter Frankopan
La naturaleza está, por tanto, en todos los sectores de la vida, y aun así la seguimos destruyendo: ¿es más potente la fuerza invasiva del hombre? «La naturaleza siempre gana, porque le da igual cuánta gente esté viva. También el clima y la meteorología extrema presiona, porque los gobiernos se centralizan más y tienden a niveles más altos de autocracia cuando hay eventos climáticos», resume.
La historia humana, define, «es la historia de la desigualdad». Algo que se debe a que «el conocimiento de nuestro mundo es muy reducido». Ocurre con ese concepto tan abrumador: la superpoblación. «Mucha gente se ha preocupado por ese tema durante siglos y hasta ahora se han equivocado. Porque producimos muchos alimentos a nivel global, pero no los aprovechamos bien». El autor plantea un ejemplo visual: si se colocan 23 millones de camiones repletos de comida uno al lado de otro, se daría la vuelta al mundo siete veces. «Eso equivale a unas 930.000 toneladas de alimentos, justo la cantidad que se descarta anualmente en el planeta. Cuando hay presiones sobre los alimentos, sobre la economía, se señala y se culpa a grupos humanos, y se les persigue. Eso explica hoy las crisis migratorias, el auge de la extrema derecha o el miedo de la gente», concluye.