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Elvira Roca Barea: "Si hablas bien de un inquisidor, eres un fascista redomado"

El galardón, dotado con 100.000 euros, recae en la obra de Roca Barea por una historia sobre el episodio de brujería de Zugarramurdi, "poco conocido en profundidad"
La escritora Elvira Roca Barea
La escritora Elvira Roca BareaDavid JarLa Razón

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Casi todo el mundo ha oído hablar alguna vez de este episodio, pero pocos saben lo fascinante que es en realidad. Sucedió en 1609 en Zugarramurdi (Navarra), cuando se produjo una «epidemia de denuncias» por brujería, acusaciones cruzadas entre miles de personas que sospechaban públicamente de que las otras estaban llevando a cabo actos malignos que incluían hechicerías, males de ojo, tratos carnales con Lucifer y hasta atroces asesinatos y sacrificios de niños. El episodio, que ha pasado a la cultura popular como las brujas de Zugarramurdi involucró a la Inquisición y de él quedó constancia escrita, pero pocos conocen realmente sus entresijos. Desentrañarlos fue la obsesión de Elvira Roca Barea y plasmarlos en una novela ha sido su trabajo durante la última década. El resultado, «Las brujas y el inquisidor», es la obra ganadora del Premio Primavera 2023 que fue anunciado ayer en Madrid.
La historia tiene un protagonista: Alonso de Salazar, en enviado por el inquisidor general Bernardo de Sandoval a investigar los hechos. Se trata de un personaje que fascinó a Roca Barea porque, para desentrañar los hechos, y en contra de lo que pudiera parecer, el religioso se enfrenta a una «histeria colectiva» con el arma más poderosa de los hombres pero a veces la menos utilizada: la razón. Alonso de Salazar inicia una investigación con el objetivo de esclarecer la verdad, no el de, como es creencia común, llevar a la hoguera indiscriminadamente a los presuntos pecadores. Este es uno de los primeros malentendidos que generalmente se asocian a la Inquisición y la persecución de la brujería y que Roca Barea trata de desmontar. Para la historiadora, que debuta en la novela, Alonso de Salazar es un personaje «fascinante» más conocido en el extranjero que dentro de nuestras fronteras. Quizá lo sea porque, como ella asegura, «en España, si hablas bien de un inquisidor, eres un fascista redomado». Para la autora de ensayos como «Imperiofobia y leyenda negra» o «6 relatos ejemplares 6», «el mito del inquisidor es completamente falso, son todos personajes de ficción inventados. Son figuras que dan miedo, casi como asesinos en serie. Pero en realidad no tenemos descripciones históricas o testimonios reales de ellos. Salvo de Alonso de Salazar, que fue inquisidor y no se parecía en nada a ese retrato, sino a un hombre fascinante», explica Roca Barea, que pone de relieve lo poco que se sabe de la persecución de la brujería y la cantidad de errores que se cometen sobre el tema, algunos célebres e inadvertidos, como sucede con «El nombre de la rosa» de Umberto Eco. «La creencia generalizada es que los juicios por persecución son medievales y eso es un enorme error. Esa novela transcurre en 1327 y no es posible que sucediera así, porque se trata de un fenómeno estrictamente moderno, del siglo XVII, que produce algunos casos en la segunda mitad del siglo XV. Lo que ha sucedido con este tema es que se ha escrito la historia desde la posteridad. Pero si hasta Umberto Eco cometía disparates...», comenta la historiadora con cierto pesar. Por ejemplo, otro hecho desconocido es que hubo muchos juicios por brujería llevados a cabo por tribunales civiles que llevaron aparejadas sus respectivas condenas a muerte. «Sin embargo, los que son morbosos, los que han trascendido, son los llevados a cabo por el Santo Oficio», explica Roca Barea. Más allá del hecho histórico, lo que interesaba a la escritora es su dimensión social: «Son miles de personas, vecinos, que se entrecruzan acusaciones. Es un problema social de primer orden».
El premio tiene una dotación de 100.000 euros para la obra ganadora, que sucede a «Operación Kazán», de Vicente Vallés, y ha sido otorgado por un jurado presidido por Carme Riera y compuesto por Antonio Soler, Gervasio Posadas, Fernando Rodríguez Lafuente y David Cebrián. En esta edición se han recibido un total de 1.335 originales, 661 procedentes de los cuales son de España.