In memoriam: Luis Suárez, un gigante de la historia

Luis Suárez Fernández, el gijonés apasionado de la historia que se ha permitido dejarnos en el centenario cumplido de vida. Bachiller en Oviedo y primeros años de universidad, completó su carrera universitaria en Valladolid donde lo fue todo; desde alumno hasta decano y rector. Y creador de una cátedra de cine.

De sus estudios iniciales de Prehistoria, Edad Antigua y Media, pasó a especializarse en Historia Medieval -Baja Edad Media-, Historia Moderna y Contemporánea. En Madrid fue el primer catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma, al tiempo que ejerció como director general de Universidades nombrado por el ministro Villar Palasí en 1973.

Como medievalista -su gran pasión- sus trabajos de investigación sobre los Trastámara, le llevaron a fundamentar la existencia de la nación española en la monarquía varios siglos antes del concepto nación-estado del liberalismo de mediados del siglo XVIII. Precisamente, su discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia al inicio de 1994, fue sobre la Monarquía Hispana y Revolución Trastámara.

De entre su prolífica obra de ese periodo son los estudios sobre Juan II, los Reyes Católicos, Isabel I, Reina, con el que obtuvo el Premio Nacional de Historia en 2001; Fernando el Católico, Lo que el mundo debe a España, En los orígenes de España; coordinador de una obra magna sobre la presencia de España en la América Española; Benedicto XIII, un Papa revolucionario (el Papa Luna) y otros numerosos trabajos.

Jubilado de sus actividades académicas, se encontró a finales de los setenta pasados con una petición y ruego que no pudo desoír. Carmen Franco le pidió que pusiera orden en los innumerables papeles del archivo personal de Franco, que estaban recopilados sin ningún orden y desparramados.

Suárez se encontró entonces con la otra gran pasión de su vida: sistematizar la vida de Franco y su régimen y el siglo XX de España. La familia Franco había retirado algunas carpetas sobre los contactos Franco-Hitler y otros documentos de correspondencia. El archivo, depositado en su gran parte en la residencia Canto del Pico y una pequeña parte en el Pazo de Meirás, sufrió pérdidas, extravíos y un pequeño incendio, y hasta hubo una tentación pasajera de hacerlo desaparecer, hasta que fue depositado en la Fundación Nacional Francisco Franco, quedando encargado el profesor Suárez de hacer un archivo temático y en orden cronológico.

Aquella fue una ardua tarea personal y solitaria. Durante varios años Luis Suárez lo fue estructurando en legajos y tomando notas del archivo, quedando este a disposición de los investigadores e historiadores que lo solicitaran. Entre medias hubo que vencer la exigente petición del historiador Ricardo de la Cierva, quien quiso llevárselo para sus trabajos. Y también, la polémica que se originó con el historiador Javier Tusell. Lo que determinó a la Fundación Francisco Franco restringir durante un tiempo el acceso a sus fondos documentales. Estos, serían de libre acceso general tras el acuerdo con el Estado y su digitalización.

De aquella ingente investigación, Luis Suárez publicó en 1984 “Francisco Franco y su tiempo” en ocho volúmenes. Unos años después la editorial Urbión los publicaría con muchos documentos gráficos en 20 volúmenes. En 2005 publicó una monografía sobre Franco y en 2007 otra sobre Don Juan. Pero el trabajo más exhaustivo y extenso sobre Franco y su régimen fueron los seis volúmenes editados por ACTAS con el título, “Franco, crónica de un tiempo”.

La figura de Luis Suárez, pese a la falsa polémica generada por las izquierdas y ciertos historiadores por la entrada ‘Franco’ en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, está inscrita en la mejor corriente historiográfica de España. Su ingente contribución en Historia Medieval, Moderna y Contemporánea lo acreditan como un gigante de la historia. Y como un hombre intelectualmente honrado y una gran persona