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Boris Skósyrev, la triste historia del príncipe de Andorra

Nació en Lituania y tuvo un proyecto democrático para el pequeño país pirenaico, pero fue detenido y expulsado
Boris Skossyreff
Boris SkossyreffWikipedia dominio público
La Razón
  • César Alcalá

    César Alcalá

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Boris Skósyrev Mavruson nació Vilnius (Lituania) el 12 de enero de 1896. Se ha podido demostrar que su familia pertenecía a la pequeña nobleza rusa, por eso utilizaba el título de barón. Poco después de estallar la revolución de octubre de 1917 consiguió huir de Rusia. De allí se trasladó a Inglaterra. En este país se enroló en el ejército y en el Foreing Office. Era una persona afable y simpática, de ahí que consiguiera destacar en varias misiones. En 1925 estaba en los Países Bajos. Se inventó que por actos de servicio le concedieron el título de conde de Orange. En 1931 se casó con María Luisa Parat. Esta marsellesa era diez años mayor que Boris. El matrimonio duró poco tiempo y de Marsella se trasladó a Andorra. Allí empezó a trazar su plan conspirativo.
Su proclamación como príncipe soberano y supremo de Andorra se produjo el 6 de julio de 1934. Tuvo el respaldo de Pere Torres Riba, miembro del Consell General. Todos los miembros de este Consell, menos uno llamado Cinto, lo aceptaron como príncipe. Para convencerlos les prometió libertades y la modernización del país. El 8 de julio el Consell General votó a favor de la monarquía. Boris Skósyrev se coronó así mismo príncipe y lugarteniente de Su Majestad el rey de Francia. Ese mismo día Cinto, el conseller disidente, fue a ver al obispo de Urgell para comentarle lo que estaba pasando en Andorra. Los franceses se lavaron las manos. Es decir, si el Consell General había decidido proclamarlo rey, a ellos ya les estaba bien.
El 9 de julio se constituyó un gobierno provisional, se empezó a redactar una constitución y se decretó absoluta libertad política, religiosa y de imprenta. El pueblo andorrano aceptó la decisión del Consell General y no le pusieron obstáculos. El 21 de julio dos parejas de la guardia civil entraron en Andorra. El obispo de Urgell había pedido su intervención. Detuvieron a Boris Skósyrev y lo trasladaron a Barcelona. Nadie se opuso a su detención. Nadie protestó cuando se autoproclamó príncipe y nadie se rebeló cuando lo detuvieron.
En mayo de 1934 estuvo en Andorra conociendo sus problemáticas e, incluso, les comunicó a los miembros del Consell General su propósito de proclamarse príncipe. En aquella ocasión decidieron expulsarlo del país. Dos meses después aceptaron su demanda. ¿Por qué? Les prometió una constitución –la primera dentro de la historia de Andorra– y esto fue clave para que lo aceptaran. El 11 de julio de 1934 dio a conocer un manifiesto. En él se reproducía una fotografía suya calzado con alpargatas y como fondo la cruz de piedra que hay en el camino de Andorra a Les Escaldes. Boris Skósyrev se convirtió en un personaje popular. Hablaba con todo el mundo e, incluso, aprendió a hablar en catalán. Era un personaje simpático y por eso todos lo aceptaron. A pesar de ello volvió a ser detenido.
En Madrid fue encerrado en la Cárcel Modelo. Su actitud no cambió. Seguía considerándose un príncipe en el exilio. Su paso por la cárcel madrileña fue corta. No había cometido ningún delito en España y por eso era complicado retenerlo demasiado tiempo. Siguiendo sus indicaciones fue expulsado a Portugal. Nunca más regresó a Andorra y su figura se diluyó en el tiempo. La siguiente noticia que tenemos de Boris Skosyrev es del año 1939. El año anterior las autoridades francesas le permitieron regresar a Aix-en-Provence. Allí se reencontró con su primera mujer. Parece ser que las autoridades no lo tenían en demasiada buena estima y decidieron encerrarlo en el campo de refugiados de Rieucros y posteriormente en el de Vernet. Allí estuvo junto con los exiliados españoles que había huido de España una vez finalizada la guerra civil.
Aquí acaba la historia de Boris Skosyrev. Varios autores lo dan por muerto en el año 1944 como consecuencia de la invasión nazi de Francia. Gracias a la investigación realizada por Alexander Kaffka hoy podemos cerrar su círculo vital, que se extendió mucho más allá. Estuvo en el campo de refugiados de Vernet hasta 1942. En aquel momento, gracias a los idiomas que hablaba, los nazis lo contrataron como intérprete.
Sin embargo, en 1947, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, el gobierno soviético lo detuvo y fue encerrado en un campo de concentración de Siberia. Sobrevivió y fue liberado en 1956. Desde esa fecha hasta1989 vivió en la ciudad alemana de Boppard (Renania). Allí fue enterrado aquel hombre que durante quince días fue príncipe soberano y supremo de Andorra y defensor de la fe.