Enrique Cerezo, homenajeado a los 75 años: "La palabra jubilación no está en mi diccionario"
A sus 75 años, el empresario, productor y presidente del Atlético de Madrid fue homenajeado en Madrid en la presentación de un libro centrado en su legado
Madrid Creada:
Última actualización:
Rojo sobre blanco, como no podía ser de otra manera, lucía imponente el salón más amplio del lujoso hotel Westin Palace de Madrid, enfrentado al dios Neptuno y, recipiente, en la noche de ayer, del presidente del Atlético de Madrid que más ha hecho por llevarle ofrendas. El productor, empresario y directivo Enrique Cerezo (Madrid, 1948) fue celebrado en un homenaje, a medio camino entre el encuentro entre amigos de toda la vida y una presentación literaria, que tenía como objetivo la puesta de largo de «75 miradas y más para 75 años». El libro, editado por la Fundación Tellus y Modus Operandi, es en realidad un tomo de lujo en el que 75 («y pico», como explican desde la editorial) firmas ilustres de la esfera social contemporánea española repasan el legado de Cerezo en los tres cuartos de siglo que le contemplan.
Justo antes de que la fanfarria se hiciera alfombra roja y los amigos del empresario comenzaran a moverse al ritmo del flash, Cerezo atendía a LA RAZÓN recién llegado de acompañar a su equipo a Países Bajos, de donde llegó con la victoria ante el Feyenoord bajo el brazo: «Creo que no me están echando, todavía. Porque lo veo como un reconocimiento más que otra cosa. 75 años, creo, ya son una edad respetable», bromea el también presidente de Egeda y, acaso, el mayor conservador de la historia del cine español, con más de 8.000 títulos clásicos bajo su custodia. Y sigue, sobre unos principios difíciles en los que pasó de ganarse la vida como meritorio de dirección a vender retales de celuloide: «Parece que no tengo buena memoria, pero sí. Cierro los ojos y lo recuerdo casi todo. Recuerdo cuando me presenté a mi primera película sin saber cómo era un rodaje, sin saber que sería el principio de todo esto. Allí estaba, en la calle Infanta Mercedes, José Luis López Vázquez, que le acababan de dar un premio de interpretación del Círculo de Escritores Cinematográficos y me recibió como a uno más. La nostalgia es una de esas cosas que no se pueden evitar», añade.
Romántico viajero, hombre para todo durante décadas y ahora hombre de todos, cabe preguntarle a Cerezo por el propio oficio del cine, habiendo estado a un lado y al otro de lo importante, el dinero: «Tanto el cine como el oficio van de la mano. Yo cumplí mi sueño, como amante del cine, que era trabajar en él. Es difícil pedirle más cosas a la vida, porque tener un cierto éxito en este campo es muy sacrificado. No todo el mundo está dispuesto y es una gran satisfacción», añade antes de abordar lo más contemporáneo. Si Cerezo naciera ahora, ¿lo tendría más fácil o más difícil para ganarse la vida con el cine? «En lo técnico, mucho más fácil, porque con un teléfono bien puedes hacer una película. Pero en lo intelectual lo tendría más complicado, porque los avances sociológicos son importantes, los tiempos cambian cada vez más rápido y es difícil saber leerlos», apunta sincero.
"Me da ya pudor lo del libro, así que imagínate una película. Cuando me muera, que hagan lo que quiera si les interesa y que escojan al actor que mejor quede".Enrique Cerezo
Evitando dar nombres sobre sus referentes vitales pero sí poniendo en valor «a aquellos que trabajan y ponen el esfuerzo colectivo por encima del individual», en palabras que bien podría firmar uno de los ilustres que escriben como Diego Pablo «Cholo» Simeone, Cerezo habla del míster. Sobre él, dice que es un tipo «valiente» del que esperaba «todas las cosas buenas que ha acabado trayendo al club» y del que espera «todavía más», en relación a la reciente renovación del argentino con el equipo hasta el 2027. Año lejano, en teoría, para un Cerezo que llegará con casi ocho décadas y al que es de rigor preguntarle por una posible jubilación: «La palabra jubilación no está en mi diccionario. El que se jubila prácticamente se empieza a morir. Y morirme con 75 años es demasiado pronto», bromea el productor alejando también cualquier conato de «biopic» sobre su vida: «Me da ya pudor lo del libro, así que imagínate una película. Cuando me muera, que hagan lo que quiera si les interesa y que escojan al actor que mejor quede», apunta entre carcajadas.
El libro, que bien podría interpretarse como una enciclopedia de autoridades del último medio siglo en nuestro país, viene firmado por políticos de todo signo, empresarios, gente de la cultura, filántropos y deportistas. Desde los expresidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero hasta Esperanza Aguirre, pasando por la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, el presidente de los Grupo Planeta y Atresmedia, José Creuheras, el ex Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce o el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. No podían faltar tampoco firmas del cine, como José Luis Garci, Santiago Segura, Gerardo Herrero o Carlos Boyero, ni plumas ligadas a la pelota como las de Florentino Pérez, Diego Forlán, Jorge «Koke» Resurrección o uno de sus colaboradores más estrechos, Miguel Ángel Gil Marín. En un acto presentado por el periodista Roberto Gómez y la actriz Cayetana Guillén-Cuervo, fueron múltiples las celebridades que se dieron cita en el Palace para rendir homenaje a Cerezo. «Entre el alcalde de Madrid, Matilde García Duarte, Roberto Gómez y Juan Carlos Rivero nació la idea. Tenía que estar escrito desde la mirada de sus amigos, porque es lo que le hace grande», explicó Juan Ignacio García Garzón, encargado de abrir el libro con una extensa entrevista con el protagonista. «El cine español es un lugar en el que hay mucha gente talentosa haciendo películas para que luego las cuide y las conserve Enrique Cerezo», completó poética García Duarte.
"No sé qué me ha dado más alegrías, ni tampoco decepciones, pero sé que tanto el fútbol como el cine han sido mis amores y jamás les abandonaré. Solo me iré cuando ya no pueda caminar junto a esas pasiones"Enrique Cerezo
Tras la proyección de un vídeo intentando condensar los tres cuartos de siglo de desempeño de Cerezo, en el cine y en el fútbol, le tocó subir al atril del acto a Santiago Segura, que adornó la presentación con varias anécdotas: «Yo soy amigo de Enrique, colega de Enrique y me hubiera gustado ser familia de Enrique, pero sus hijas no lo tuvieron a bien y siempre me vieron como un amigo», bromeó el director. «Me parece vergonzoso, como director, que Cerezo no tenga el Premio Nacional de Cine. Es un error que habría que corregir. Y no lo digo porque quiera que deje alguna de sus películas como testamento para mí. A mí, cuando me gusta una película, me la compro en una tienda. A él, cuando le gusta, va y compra los derechos», completó gracioso Segura. A su intervención siguieron las de Resurrección, «nervioso» por la responsabilidad de representar a toda la primera plantilla y el propio Simeone, que no terminó de aclarar si el célebre «partido a partido» era suyo o del presidente: «Yo soy un entrenador de la vieja escuela y lo que diga Cerezo vale».
«Voy a leer para no equivocarme, que luego me riñen», decía emocionado Cerezo antes de repasar todos los agradecimientos que han hecho posible el libro. Y siguió, visiblemente emocionado: «No sé si merezco semejante reconocimiento, pero me llena de satisfacción. Al cine y al fútbol he dedicado y seguiré dedicando mi vida, porque he sido muy afortunado», completó enumerando a todas las personalidades que le han ayudado en su carrera. El productor, que no se olvidó ni de los trabajadores de su empresa Mercury Films ni de su gran maestro, el productor José María Forqué, se acabó rompiendo en lágrimas: «Me gustaría que hoy estuvieran aquí mis padres. Merece la pena vivir para celebrar días como este», pronunció antes de declarar benéficas las ganancias del libro, que irán destinadas a la Fundación Querer, dirigida por Pilar García de la Granja.
Genio y figura, con combustible y, sobre todo, ganas para seguir compaginando a sus dos amores, bien vale la pena volver sobre una de las reflexiones que Cerezo dejaba antes de despedirse de su entrevista con LA RAZÓN: «No sé qué me ha dado más alegrías, ni tampoco decepciones, pero sé que tanto el fútbol como el cine han sido mis amores y jamás les abandonaré. Solo me iré cuando ya no pueda caminar junto a esas pasiones».