De “La sirenita” negra al beso de “Lightyear”: la siempre criticada inclusión de Disney
La gran compañía cinematográfica vuelve a ser caldo de críticas en redes sociales, ante la elección de la afroamericana Halle Bailey para el papel de Ariel
No es fácil desenvolverse en el mundo hoy día. En general, surgen dos opciones: la de caminar con pies de plomo, con cuidado de que cada paso hacia adelante tenga en cuenta la mayoría de aspectos que pueden suscitar críticas -que cada vez son más-, o la de avanzar con respeto, pero tal y como a uno le pide el cuerpo. Al fin y al cabo, nunca llueve a gusto de todos, y es por esto que parece no importar ningún propósito si este no complace los innumerables intereses. En esta línea, Disney se ha visto envuelto, de nuevo, en una polémica por intentar hacer las cosas bien, pero no conseguirlo del todo. Y le ha ocurrido con “La sirenita”, el remake de la icónica película de dibujos animados que, en esta ocasión, cuenta con protagonistas de carne y hueso. ¿La novedad? Que quien interpreta a Ariel es Halle Bailey, actriz afroamericana, y parece que no a todos les parece bien que una persona negra de vida a la hija del Rey Tritón.
No es la primera vez que una intentona de inclusión por parte de Disney sea caldo de críticas en las redes sociales. Si bien parece que la plataforma, tras protagonizar tantas polémicas por su relación con el colectivo LGTBIQ+, ha comenzado a tomar el buen camino, esto no es suficiente para varios de sus espectadores. Ocurrió con la recientemente estrenada “Lightyear”. La cinta de animación, que narra la historia del héroe estelar favorito de Andy en “Toy Story”, contenía una pareja dos personas del mismo sexo, lo que suscitó un debate en las redes sociales. Pero, ¿por qué comentar aspectos que deben ser considerados normales y corrientes? Lo mismo está ocurriendo, quizá, con “La sirenita”, pues que Ariel sea negra no ha gustado a algunos espectadores, quienes indican que la original era blanca, y que no era necesario el cambio, el cual tildan de forzado. No obstante, el único y principal propósito de la cinta era el de encontrar a una actriz que, además de aportar inclusión, encarnara “la belleza, la pasión, la valentía, la vulnerabilidad, la alegría y el corazón del personaje. Eso era lo que estábamos buscando y lo que nos ha aportado Halle Bailey”, explicó Rob Marshall, director de la cinta.
Hay ciertos defensores de la película de Ariel que apuntan el caso de “Aquaman”, cuyo personaje también cambió de etnia respecto a los cómics. En la película, fue interpretado por Jason Momoa, lo que, apuntan varios usuarios en redes sociales, no suscitó ninguna polémica en comparación con “La sirenita”. Asimismo, apuntan que, si bien Disney ha podido hacer algunas cosas de manera errónea para la percepción actual -los tiempos cambian, con ellos la sociedad, y el truco reside en adaptarse-, sí se podría considerar que ha tenido en cuenta la inclusión en varias ocasiones, sea de la manera que sea. Por ejemplo, destaca “Frozen” o “Brave”, dos cintas en las que dos mujeres se valen por sí mismas, se convierten en heroínas y no necesitan de un apoyo masculino para vivir sus propias aventuras.
Clichés y estereotipos
Por su parte, con “Tiana y el sapo” hubo una gran expectación, pues se trataba de la primera protagonista negra que Disney escogía para sus películas de animación. No obstante, las críticas se volvieron a levantar, pues no dejaba de ser un personaje que, por su color de piel, vivía sucumbida a los dolores del racismo, en una cinta cargada de clichés y estereotipos que rodean a la comunidad afroamericana estadounidense. Un intento de cambio de lenguaje cinematográfico que Disney también probó con “Coco”: el público se conmovió con la fiel representación de esta cinta respecto a la cultura mexicana, aunque también abrieron debate ciertos estereotipos.
En definitiva, ¿se debe someter a examen cada intento de inclusión por parte de la gran compañía sin tener en cuenta el contexto? ¿Es el intento de representar a minorías algo necesario o digno de críticas si no se alcanza la deseada perfección? Cuando se habla de inclusión forzada, ¿es entonces un atrevimiento romper las normas de lo convencional con tal de normalizar ciertos colectivos? Quizá la esencia esté en priorizar la historia que envuelve a cada película, cada una con su mensaje y sensibilidad, antes que en darle importancia a quién interpreta qué y de qué manera.