De Matisse a Miró, el diálogo visual inesperado entre dos colosos del arte moderno
Una exposición en el Museo Matisse de Niza invita a descubrir su conexión artística
En apariencia, hay pocos rasgos que puedan acercar a estos dos hombres. Henry Matisse, nacido en 1869 en la comuna francesa Le Cateau-Cambrésis, es un pintor de color intenso y fluidez de formas. Joan Miró nació en el Barrio Gótico de Barcelona en 1893. Su obra estuvo marcada por esas callejuelas donde apenas entraba el sol, pero llenas de vidas y de historias sobrecogedoras. ¿Cómo iniciar un diálogo entre estas dos grandes figuras del arte moderno? El Museo Matisse de Niza responde con la exposición "Miró/Matisse: Más allá de las imágenes".
Miró rindió homenaje al espíritu fauve de Matisse, caracterizado por la búsqueda de la expresión emocional a través del color. Matisse, por su parte, se basó en las obras de Miró para superar la crisis pictórica que sufrió a mediados de los años treinta. En esa admiración mutua surge un diálogo sutil y más cerebral de lo que parece. Y es lo que representa esta muestra. Para llegar hasta aquí, ha habido que "cuestionarlo todo, criticar la representación de las imágenes, encontrar lo maravilloso en las formas del objeto más simple, ir más allá de la pintura de caballete, introducir la obra en la arquitectura y el espacio público".
La exposición, que reúne obras y correspondencia de ambos artistas para mostrar «las relaciones profundas, duraderas y constructivas» que mantuvieron pese a pertenecer a épocas y entonces artísticos diferentes, es una oportunidad única para admirar la obra de dos grandes maestros del arte moderno, apreciar la riqueza de su diversidad y reflexionar sobre cómo, a pesar de sus diferencias, compartieron una visión común del arte.
En ambos artistas se puede observar una fascinación común por el color, la forma y la experimentación. La selección de obras refleja cómo traspasaron los límites de la representación, buscando una expresión más pura y esencial de la realidad. El enriquecimiento mutuo. En Miró se pueden apreciar ecos del fauvismo en algunas obras de los años 20, mientras que Matisse, en su última etapa, se interesó por las formas más orgánicas y espontáneas propias del surrealismo.
Con su propuesta, el Museo Matisse de Niza quiere que el visitante valore sus obras más allá de las etiquetas y las influencias, centrando la mirada en un lenguaje visual universal que trasciende las modas y las corrientes artísticas.
La Fundación Miró de Barcelona, que está dedicando este 2024 a explorar la "admiración mutua" entre Miró y Matisse, ha colaborado en esta exposición comisariada por el historiador del arte Rémi Labrusse y organizada juntamente con el Musée Matisse de Niza (Francia). Después de Niza, llegará a Barcelona el 24 de octubre y se mantendrá hasta el 9 de febrero de 2025.