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Notre-Dame de París: bofetada a la idea de colocar vidrieras contemporáneas

Después de una larga disputa desde el incendio que sufrió en 2019, la comisión de expertos ha rechazado nuevos diseños que se ajusten al siglo XXI, como en un principio pidió Macron
Catedral de Notre Dame, París Javier Fernandez LargoLa Razón
  • Licenciada en Ciencias de lnformación (Periodismo), con estudios de Derecho y Psicología y máster en Neuropsicología. Desde 1990 hasta hoy he escrito en numerosos periódicos y revistas nacionales (Diario 16, Ya, El Mundo, El País, El Español, Tiempo, Época, Muy Interesante, Quo, Cosmpolitan…). Autora de varios libros (Los Secretos del Nombre, Grandes Enigmas de la Humanidad y Cómo triunfar en la cama).

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En la reconstrucción de la catedral de Notre-Dame de Paris, después del gran incendio del 15 de abril de 2019, que destruyó la aguja diseñada por Viollet-le-Duc (1814-1879) y una parte del tejado, no ha faltado polémica, especialmente debido a las opiniones enfrentadas en torno a las nuevas vidrieras del templo gótico.
El pasado 8 de diciembre se anunció un concurso público para elegir al artista que diseñaría seis nuevas vidrieras para Notre Dame. Se entendió entonces que su concepción llevaría el "sello del siglo XXI", según destacó el presidente Macron indicando que era una decisión tomada de manera consensuada entre la Iglesia francesa y el Elíseo. Las nuevas vidrieras se ubicarían en la parte sur de la nave y sustituirán a otras seis diseñados por Violle-le-Duc, y que no se habían visto afectados por el incendio.
French President Emmanuel Macron (2L) walks inside the nave during a visit of the reconstruction work at the Notre-Dame de Paris Cathedral, on the Ile de la Cite in Paris.SARAH MEYSSONNIERAFP
Cerca de 125.000 personas firmaron una petición en internet en contra de sacar los diseñados por Le Duc y colocar estos otros con un diseño contemporáneo. El acalorado debate daba continuidad a la controversia generada también por la organización de un concurso internacional de arquitectura para diseñar "una nueva aguja adaptada a las técnicas y a los desafíos de nuestra época". Ante la presión de la opinión pública, Macron renunció a ese proyecto en julio de 2020 y decidió reconstruir la aguja de manera idéntica a la original. El Ejecutivo también descartó entonces sustituir una parte de las vidrieras, pero cambió de opinión tres años después.
Los partidarios de la creación de unas vidrieras "del siglo XXI" propusieron que los diseñados de Viollet-le-Duc se expusieran en un nuevo museo sobre la historia de Notre-Dame, en un edificio cercano al templo del siglo XIV, en el corazón de París. El arzobispo, favorable a este cambio, recordó que "solo el 8% de las vidrieras actuales de Notre-Dame son de la Edad Media".
Fachada de la catedral de Notre Dame de Paríslarazon
El Ministerio de Cultura creó un comité artístico encargado de elegir, en noviembre de 2024, un artista y un artesano del vidrio que diseñarían seis vidrieras contemporáneas para la catedral. Formado por veinte miembros (conservadores del patrimonio, artistas, miembros de la diócesis de París, del establecimiento público responsable del proyecto de reconstrucción y del Ministerio de Cultura) y presidido por el ex director del Museo Nacional de Arte Moderno, Bernard Blistène, el objetivo era presentar un prototipo para la reapertura de la catedral, prevista para el 8 de diciembre.
Finalmente, la Comisión Nacional de Arquitectura y Patrimonio (CNPA) ha decidido rechazar la creación de vidrieras contemporáneas, según avanza hoy Le Figaro. Después de haber discutido largamente, basándose en los informes redactados por la inspección general de los monumentos históricos y en el del historiador del arte Alexandre Gady, los expertos han votado en contra de la creación de seis elementos contemporáneos para la catedral.
Los informes, que, de acuerdo con el periódico francés, no se han hecho públicos y fueron enviados a los miembros el miércoles por la noche, se basan en los principios contenidos en la Carta Internacional sobre la Conservación y Restauración de Monumentos, conocida como Carta de Venecia, adoptada por Francia en 1965.