"Anticlímax": a Manolo Solo y Belén López se le rompió el amor
LA RAZÓN ofrece en exclusiva y durante 24 horas el nuevo cortometraje de Néstor López y Óscar Romero, candidato al Goya y uno de los favoritos a la nominación
Corren días ajetreados en el cine español. A las nominaciones de los Premios Forqué y los Premios Feroz, se suman estos días las votaciones de los Premios Goya, que se anunciarán a finales de noviembre. En esa pelea están cortometrajes como "Anticlímax", dirigido por Óscar Romero y Néstor López, y que quiere hacerse un hueco entre los nominados en la categoría de ficción. Protagonizado por Manolo Solo y Belén López, con igual peso interpretativo para Alicia Armenteros y Jorge Clemente, el corto nos cuenta la historia de una pareja en plena crisis de identidad como pares: ella está harta de él, él no sabe por qué, ni cuándo se les rompió el amor. Antes de que se cierren las votaciones de los Goya, y por un plazo de 24 horas, LA RAZÓN ofrece en exclusiva el cortometraje, premiado en el Festival de Málaga con la Biznaga de Plata, en el prestigioso Festival de Medina del Campo y en el Skyline Benidorm.
-PREGUNTA-¿Cómo nace la idea? ¿Cómo se pone en marcha el corto?
-RESPUESTA-NÉSTOR LÓPEZ: Óscar y yo ya habíamos trabajado en dos cortos antes, entonces conocíamos nuestras dinámicas. Él me paso el guion y coincidió que me había dejado mi novia de entonces, por lo que conecté de inmediato. Eso fue hace unos tres años.
-ÓSCAR ROMERO: El origen es bastante anecdótico, como las mejores historias, lejos de lo racional. Yo soy muy fan de la NBA y me quedé dormido, de madrugada. El sonido se me acabó metiendo en la cabeza, en mi sueño, y ahí estaba yo jugando con los tipos de dos metros veinte. Al despertar me pareció curioso que el sonido se pudiera meter en los sueños y los afectara, así que de ahí venía todo. Además, también había sido dejado... Joder, estaba viendo la tele a las cuatro de la mañana, imagínate el desastre (ríe). Quería escribir sobre lo mal que lo pasamos todos cuando una relación se acaba.
-¿Fue complicado sacarlo adelante en términos de producción?
-N.L.: Con el guion ya solido, en 2021 lo empezamos a poner realmente en marcha. Y ahí fue donde empezamos a buscar el dinero, en plena pandemia. La buena noticia es que había muchos exteriores, con la playa por ejemplo, por lo que todo el mundo estaba abierto a ayudarnos a rodar en su zona. Tras varios descartes, porque algunas zonas exigían que el equipo fuera local o requisitos lingüísticos, nos terminamos marchando a Portugal. En mayo y junio del 2022 fue cuando rodamos, pero entre varios productores y ayudas estatales y locales. Queríamos un proyecto ambicioso.
-El corto, sobre todo en el tramo final, tiene varias escenas con efectos digitales. ¿Se llegó a complicar el rodaje?
-Ó. R.: Sí, totalmente, se llegó a complicar. Por muchas ayudas, que se pelearon todas, nunca vas a tener las facilidades de presupuesto de un largometraje. Tienes que ser ingenioso y buscar la mejor manera de hacer los efectos teniendo en cuenta el dinero. Creo que lo hemos conseguido, porque fuimos lo suficientemente ambiciosos para que quede bien.
-N.L.: El mérito de que quedase bien y creíble es de Juan Carlos Mostaza, que es director, además de experto en los efectos digitales. Fue él quien nos ayudó, porque nos dijo que aunque tuviéramos dos euros él nos iba a echar una mano.
-Cuando un corto va de la comedia al drama, es complicado encontrar el tono. ¿Dónde estaba el norte en "Anticlímax"?
-Ó. R.: Encontrar el tono pasa por hablar, mucho, entre los dos. Llevar claro, desde pre-producción, qué queríamos contar y cómo. Todo estaba muy detallado. Lo que más nos gustó fue poder contar con el compromiso de los actores para ensayar. Contar con su solvencia, con la experiencia de Manolo Solo y Belén López. Y luego el talento natural y el desparpajo de Alicia Armenteros y Jorge Clemente. Nos daban joyas en cada escena y nos mejoraban el guion, el tono de la historia. Entendieron desde el principio la historia. Además, llegaron todos con la suficiente humildad para ponerse en nuestras manos.
-Como cortometrajistas, cineastas, ¿qué opinión os merece la eliminación de la "shortlist" de cara a los Premios Goya?
-N.L.: Personalmente, creo que es la peor decisión que se podía tomar y lo avisamos. Eso no significa que la "shortlist" sea la solución ni lo mejor del mundo, pero sabemos que quitarla no ayudaría demasiado a los cortos. La "shortlist" puede ser una putada si tu corto es bueno y no ha entrado, pero cuando pasas, se puede crear una estrategia. Mucho menos agresiva, mucho menos abrasiva con los académicos. Sabes quién es quién y qué puedes o no puedes conseguir. Si hay más de setenta cortos candidatos, abrumas a los académicos. Muy pocos se van a ver todos los cortos, porque priorizarán a los que hagan más ruido.
-O.R.: Hay muchas soluciones posibles, pero sin "shortlist" es imposible que los académicos vean los cortos. Verán los que les suenen y, desgraciadamente, se quedarán trabajos maravillosos en el camino. Esperemos que no pase con el nuestro.