Andrés Valencia, el “pequeño Picasso” de 11 años que vende cuadros de seis cifras

En sus cuadros aparece a veces un Pokemon o un personaje de un videojuego de la Nintendo. Tiene solo 11 años, pero se trata del artista más joven que haya expuesto nunca en la feria Art Basel de Miami. Andrés Valencia vendió casi todas sus obras por un precio medio de 150.000 dólares en la última edición de la feria de arte, a la que acudió representado por la galería Chase Contemporary, ubicada en el SoHo de Nueva York. Su pintura, de trazo firme y un estilo a medio camino entre el cubista que recuerda a Picasso y el cómic, ya le han valido el sobrenombre de “el pequeño Picasso”.

“Todos los días rechazamos entrevistas”, le decía a BBC Mundo la madre del pequeño, Elsa Valencia. En su San Diego (California) natal, los padres del pequeño tratan de protegerle y evitar que se convierta en una “celebrity”. Que vaya al colegio, que sea un niño normal. Sin embargo, los compradores de su obra, como la actriz Sofía Vergara, el actor Channing Tatum o el empresario musical Tommy Motola, exhiben en redes las piezas de su firma que han adquirido.

"Mi hijo es un artista, pero es, ante todo, un niño", asegura la madre del pintos, una psicóloga clínica de 48 años. "Queremos que vaya a la escuela, que estudie música, que toque el piano, que aprenda a leer y escribir en español, que salga con sus amigos al parque". El pequeño, que no ha recibido clases de pintura, comenzó haciendo bocetos en los que desfiguraba las caras, colocaba sus distintas partes en lugares que no correspondían. Copiaba las obras que veía en casa, especialmente las de Picasso y Basquiat, sus pintores favoritos. Primero, sus padres le corregían. Después, le dejaron seguir haciéndolo.

Así fue como su estilo fue brotando y una de sus pinturas llegó a Bernie Chase. Andrés solo tenía seis años cuando éste le compró una acuarela por 5.000 dólares. Chase, responsable de la galería Chase Contemporary, llegó a un acuerdo con sus padres para representar al pequeño y exponer su obra en su centro, llevarla a subastas. Y así es como “Ms. Cube”, un retrato de estilo cubista que hizo a los 9 años, fue subastado por la casa Phillips en Hong Kong, por 160.000 dólares. Y en julio de 2022, el joven pintor vendió por 230.000 dólares en una gala benéfica en Capri (Italia) su obra “Maya”, bautizada en honor a la hija de Picasso. Impactado por la guerra, como el pintor malagueño, Andrés Valencia terminó “Invasion of Ukraine”, una obra que retrata los horrores del conflicto y cuyos beneficios fueron destinados a apoyar a niños de ese país sumido en la guerra, a través de la Fundación Klitschko, una obra con una clara deuda con la obra del genio del cubismo.

Para los escépticos, y ante otros casos de niños prodigio que han resultado ser un fraude, tanto la galería como los perfiles de redes sociales del joven artista, le muestran pintando en directo. Pero, sobre todo, su entorno trata de protegerle y dejarle estudiar su camino, encontrar su estilo, mientras devora libros de la obra de los grandes maestros. Quizá algún día él también lo sea.