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Los Premios Platino celebran a “El olvido que seremos” y cierran un año difícil para el cine latino

La VIII Edición de los Premios Platino se celebró en IFEMA y premió a lo Mejor del cine y las series iberoamericanas; “El olvido que seremos” y “Patria” arrasaron en el palmarés
Javi LópezEFE
La Razón

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La última vez que se celebraron unos Premios Platino, tuvieron que celebrarse de modo “confinado”, con todo el evento limitado por la parte más dura de la pandemia. Pedro Almodóvar, que justo esta semana también estrena película (”Madres paralelas”) fue el gran protagonista de la pasada edición. Con el virus remitiendo, las salas llenas de nuevo y la industria del cine dispuesta a volver a enseñar músculo, la VIII Edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano han encontrado su hogar en Madrid. Con sede en IFEMA Madrid, y después de que las celebridades desfilaran por los más de 130 metros de alfombra roja que dispuso la organización, la gala, presentada por Juana Acosta y Luis Gerardo Méndez, se dispuso a cerrar el curso más difícil para el séptimo arte a este y a aquel lado del Atlántico.
Fue precisamente Acosta, ataviada con un espectacular vestido rojo, la que nos dio la bienvenida a la octava edición de los Platino justo después de un pequeño video de introducción que sirvió para que Méndez llegara a la gala arrastrando un paracaídas. Después de una especie de reivindicación sobre lo políticamente correcto y el pasado común, turbulento a veces, culturalmente apabullante con el paso de los siglos, la gala dio comienzo alrededor de las 9 de la noche con Belén Rueda acercando la primera estatuilla al micrófono del escenario.
Entre Diego Luna y Fernando Trueba
Ha querido el azar, o la planificación, o el COVID, dependiendo de a quién le recen ustedes, que la VIII Edición de los Premios Platino se celebrara en Madrid y justo en plena batalla ideológica por la conquista, las nuevas reivindicaciones del indigenismo y el Papa Francisco, López Obrador y Díaz Ayuso -presente en la gala y al borde del bostezo- intentando acercarse los focos. Todos por urgencias distintas, suponemos. Así las cosas, y estrenando para la televisión internacional el nombre de IFEMA Madrid, con redundancia y cierta comedia, la gala se centró en celebrar lo que nos une -el español- y en intentar jugar, desde el humor más blanco posible, con aquello que nos separa. A España y a Iberoamérica, a Europa y a América del Sur, a una industria que va perdiendo su peso internacional y a una que no tiene apenas problemas para posicionarse en Venecia, Cannes o Berlín.
Así se puede entender que “El agente topo”, el documental ficcionado -o todo lo contrario- de la chilena Maite Alberdi, que estuvo nominado al Oscar en la ceremonia de la pasada primavera, se hiciera con los dos premios a los que optaba: Platino al mejor documental y Platino al Cine en Educación y Valores. Cuando hay alguien que está jugando ya en otra Liga, como esa que la maquinaria de Cerezo nos quiso meter por los ojos pese a la falta de estrellas, lo mejor es aplaudirle y dejar que hable: “Ojalá esto llegue a los políticos y activistas”, decía la documentalista al recoger su segundo premio, que dedicó a la “pandemia de la soledad” de la que hablaba con este periódico hace unos meses. Entre talento y coyuntura, el eco de su película sobrevivirá a las ciertamente olvidables actuaciones musicales de un Carlos Baute fuera de tono y un Juan Magán pasado de reverberaciones. Menos mal que Becky G le aportó un poco de valor de producción a la gala.
Bastante menos olvidable, certera en su pulso a un tiempo turbulento que Colombia sangra día a día por dejar atrás, es “El olvido que seremos”, de Fernando Trueba. La película, protagonizada por Javier Cámara, fue la gran triunfadora de la noche con hasta cinco Diosas de Platino: Mejor Película, Mejor Guion, Mejor Diseño de Producción, Mejor Interpretación Cinematográfica Masculina y Mejor Dirección. La celebración del filme, que también se alzó con el Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana en la gala de este mismo año, es también la de un continente que, en lo industrial, sigue luchando por tender puentes. Aunque sea a costa de hacer que luzcan menos películas más molestas, y también más duras, como “La llorona” de Jayro Bustamente, que apenas pudo asomar la cabeza en los premios técnicos. Ya saben, las venas abiertas de Galeano.
Quizá lo que más recordemos de estos Premios Platino, que se sienten distantes en el tiempo cuando entre sus nominados están “Adú” (casi dos años desde su estreno) o “Las Siamesas” (que apenas vivirá su premiere española en la próxima Seminci de Valladolid), sea el discurso de su premiado de Honor, el mexicano Diego Luna. “¡Qué chingonería”, comenzó su discurso el actor de “Y tu mamá también” o “Rogue One”, en lo que parecía oscilar hacia algo típicamente soporífero, hasta que Luna sacó su papel. “No basta con sentarnos una vez al año y festejar. Lograr que las distancias entre nuestras industrias se acorten es cosa de todos y nos toca a todos, todas y todes contar nuestros cuentos”, dijo el intérprete haciendo hincapié en su uso del lenguaje inclusivo que, si alguna vez han reclamado un uso legítimo de él, deben revisar. “No emulemos lo que han hecho otras industrias y mercados, confiemos en el poder de lo específico para contar lo nuestro”, remató el mexicano ante la ovación de todos los presentes.
No tuvimos plano de Macarena Olona, la diputada de VOX que asistió a la gala para reclamar la cultura hegemónica a la izquierda, pero seguro que podremos leer su reacción en Twitter. En las series, “Patria” y la colombiana “El robo del siglo” se repartieron casi todo, mientras que “La boda de Rosa” encontró en el premio a Candela Peña una especie de consuelo mínimo. Con el cierre de Acosta, que presentó su candidatura a ser anfitriona de más galas de cara al futuro, la octava edición de los Platino puso fin a uno de los años más complicados para el cine iberoamericano.

Lista completa de premiados de los Premios Platino - Palmarés de la VIII Edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano

Mejor Ópera Prima - “Las niñas”, de Pilar Palomero
Mejor Documental - “El agente topo”, de Maite Alberdi
Mejor Interpretación de reparto en serie - Cristian Tappan por “El robo del siglo” y Loreto Mauleón por “Patria”
Mejor Interpretación de reparto en cine - Nathalie Poza por “La boda de rosa” y Alfredo Castro por “El príncipe”
Mejor Película de Animación - “La gallina turuleca”, de Eduardo Gondell y Víctor Monigote
Premio Platino de Honor - Diego Luna
Mejor Dirección de arte - Diego López, por “El olvido que seremos”
Mejor Dirección de fotografía, sonido y montaje - “La llorona”
Premio Platino al Cine y Educación en Valores - “El agente topo”
Mejor Creador en Miniserie o Teleserie - Aitor Gabilondo, por ”Patria”
Mejor Guion - David Trueba por “El olvido que seremos”
Mejor Música Original - Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregui, por “Akelarre”
Mejor Interpretación principal en Miniserie o Teleserie - Andrés Parra por “El robo del siglo” y Elena Irureta por “Patria”
Mejor Interpretación Cinematográfica - Candela Peña por “La boda de Rosa” y Javier Cámara por “El olvido que seremos”
Mejor Dirección Cinematográfica - Fernando Trueba, por “El olvido que seremos”
Mejor Miniserie o Teleserie - “Patria”, de Aitor Gabilondo
Mejor Película Iberoamericana - “El olvido que seremos”, de Fernando Trueba