Javier Jaén: “En Instagram son correctos los pezones de los hombres, no los de la mujer”
La red social le amenazó con cerrar la cuenta por su cartel del filme de Almodóvar
Esta semana, la vida ha ido muy rápido para Javier Jaén. La productora El Deseo lanzaba este lunes el cartel promocional que él había diseñado para la nueva película de Pedro Almodóvar, «Madres paralelas», que se estrenará en septiembre, pero no tardó en saltar la sorpresa: lo que el público aceptó con normalidad, resultaba ofensivo para Instagram. Desde entonces su teléfono no ha cesado de sonar. Lo que era uno más de sus brillantes trabajos se había convertido en una polémica. El póster recogía la imagen de un pezón materno con una gota de leche. ¿Y qué hay de escandaloso en eso? Nada, pero, para la nueva moralidad/Silicon Valley, resulta intolerable y censurable. Así que se lo retiraron. «No fue solo eso –precisa Javier Jaén a este diario–. El martes por la tarde me mandaron un mensaje desde Instagram advirtiéndome de que, si seguía compartiendo la imagen con otras personas, me podían cerrar la cuenta. Después esta mañana (la de ayer), me han llamado desde Facebook para disculparse y asegurarnos que nos dejaban en paz, que teníamos luz verde».
–¿Y qué le ha parecido?
–Es la primera vez que una compañía tecnológica da la cara, porque generalmente es un muro sin un e-mail al que dirigirte ni un teléfono al que llamar. Que se disculpen conmigo y con Almodóvar significa para mí un avance y supone ganar un pulso a un gigante tecnológico. Pero, a la vez, me pregunto: ¿qué pasa si no soy yo? ¿Si no es un filme de Almodóvar? ¿Qué sucede con los demás que no están en una situación tan privilegiada como nosotros?
–Pero la norma sigue.
–Por un lado, cuando me llamaron, lo acepté como una buena noticia, pero se me quedó escasa porque sigue vigente para el resto. En su letra pequeña, ellos toleran estas imágenes en el contexto de la maternidad, la lactancia. Ahí puede haber desnudos y pechos, pero como no lo puedes alegar a nadie y la tecnología no sabe de contextos... pero el contexto es todo. Una lata de sopa no es igual en un supermercado que en un museo. Ni un urinario, siguiendo a Marcel Duchamp. El contexto es importante. En este caso es un cartel. Es un hecho cultural y artístico. Que decida qué es arte y no lo es un robot, un algoritmo o un sensor da pánico.
–Su cartel se censuró en unas cuentas, pero en otras, en cambio, no. Fue aleatorio.
–Fue un caos, sí, pero incluso ese caos te da el miedo.
–Y no tienes a quien alegar.
–Cuando compras algo en internet, puedes, adjuntar una factura, algo, pero la impotencia en las redes es total. No existe un botón que diga: pulse aquí y explique su caso. Es un muro infranqueable.
–Al hacer cartel, ¿sabía que esto podía suceder?
–Sí, cuando al final concreté para idea que deseaba para anunciar el filme, me saltaron las alarmas enseguida.
–¿Cuáles?
–Me di cuenta de que esto corría el riesgo de que no se pudiera publicar en algunas redes. Pero si en ese momento gana la autocensura, hoy no estaríamos hablando nosotros y no me haría esta entrevista. Y eso no puede suceder. Sería muy triste que ganar la autocensura. Creo que es el mejor cartel con el que he dado para este proyecto. La productora lo valoró. Se trata solo de promocionar una cinta. En un primer momento se quedó congelado porque corríamos el riesgo de que Instagram lo censurara y me quedé con mal cuerpo. Aunque, a la vez, pensábamos: cómo lo vamos a dejar, sería una pena.
–¿Y entonces?
–Al día siguiente me llamó Almodóvar. Me dijo que llevaba haciendo películas desde mucho antes de las redes sociales y que siempre había hecho los carteles con absoluta libertad y con los temas que se deben tratar y no con la opinión que se tiene en los despachos de Silicon Valley... Ellos no pueden marcarnos la pauta. En ocasiones no tienen nada que ver con nuestra cultura... Yo agradecí a Almodóvar su confianza y su atrevimiento, porque quien se la está jugando es él.
–¿Existe un pulso con la autocensura?
–Todos lo mantenemos. Hoy leía a alguien en Twitter que decía que si este cartel nos parecía polémico es que han ganado los censores. Te puede gustar o no, pero pensar que haya gente que considera este cartel peligroso da miedo.
–¿Qué le parecen las normas de Instagram?
–Que si no van renovando esas políticas es muy probable que se queden caducos, porque la sociedad evoluciona en valores y la respuesta hacia el cartel ha sido unánime.
–Si hubiera sido el pezón de un hombre, es probable que no se hubiera censurado.
–En efecto, para ellos hubiera sido correcto si llega a ser el de un hombre. No lo es el de la mujer. El cincuenta por ciento de la población mundial no puede enseñar su pezón. Ese cincuenta por ciento son las mujeres. Y esto es una película sobre la maternidad, con un drama muy fuerte. El cartel solo refleja la historia que se cuenta.