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Hallan un ejemplar único de Lope de Vega, “pirateado” en el siglo XVII

Investigadores de universidades españolas han identificado en la Biblioteca Nacional una primera versión de la obra “El castigo sin venganza”
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Se ha producido en España un hallazgo interesante referente a uno de los grandes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro, Lope de Vega. Investigadores de las universidades Autónoma de Barcelona, Valladolid y Salamanca, han identificado en la Biblioteca Nacional de España (BNE) una primera versión de la obra “El castigo sin venganza”, que luego el autor descartó y fue editada ilegalmente.
El ejemplar, único en el mundo, se encuentra en un importante fondo de sueltas teatrales de la BNE, que los investigadores siguen estudiando. Se trata de una edición “pirata”, pues carece de los obligatorios datos de imprenta, pero que pudo ser la primera impresión de dicha obra de Lope de Vega. De esta manera, se denomina “edición príncipe” (”editio princeps”).
“El texto del impreso debió de originarse muy tempranamente, incluso antes de las primeras ediciones conocidas hasta ahora, porque recoge el primer título que figuró en el autógrafo ‘Un castigo sin venganza’, y no ‘El’, y, por otro lado, lo que resulta muy significativo, la primera versión del final, en que Lope tachó varios versos para reescribirlo y perfeccionarlo”, explica Ramón Valdés, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), que ha encontrado y estudiado el ejemplar junto a Germán Vega, de la Universidad de Valladolid (UVA), y Alejandro García Reidy, de la de Salamanca (USAL).
Lope de Vega tenía casi 70 años cuando terminó, el 1 de agosto de 1631, esta obra, cuyo manuscrito autógrafo se conserva en la Biblioteca Pública de Boston. Ahora, se ha encontrado lo que sería, probablemente, la primera edición existente de “El castigo sin venganza”.
Se trata, aseguran los investigadores, de una versión “menos impactante, pues no muestra en escena los cadáveres de los amantes protagonistas, y con intervenciones más breves”, que no fue recogida en ninguna otra edición, ni las que hasta ahora se creían las primeras, que fueron promovidas por el propio Lope de Vega.

Edición ilegal en Sevilla

Los expertos creen que esta edición derivara de lo que se conoce como “manuscrito de compañía temprano”, es decir, uno de aquellos que se copiaban en las compañías de teatro para su puesta en escena, explica Valdés en un comunicado que han realizado junto a la BNE.
El análisis demuestra que la edición identificada se estampó en Sevilla, por entonces parte del Reino de Castilla, donde desde 1625 no se autorizaba la impresión de comedias por su cuestionable moralidad.
Durante esos años de suspensión de licencias, se imprimieron muchas obras ilegalmente en Sevilla y el negocio ilegal de impresos teatrales en la capital hispalense, sin datos de imprenta, o con datos falsos, fue denunciado repetidamente por los dramaturgos, incluido el propio Lope en el prólogo de la edición que él promovió en 1634 de “El castigo sin venganza”.
Según estos expertos, tal vez esta edición ilegal sevillana fuera precisamente lo que empujó a Lope a publicar su propia edición (en Barcelona para esquivar la prohibición vigente en Castilla).
En cuanto a la edición “pirateada”, el impresor añadió tras el título un lema que decía “Cuando Lope quiere...”, y que parece aludir precisamente a ese ambiente de rivalidad que enfervorecía al público del que era el gran entretenimiento de masas de la época, el teatro. Es la primera edición que usa este lema, ya que hasta ahora sólo se había documentado en una mucho más tardía.
Varios rasgos del nuevo impreso localizado han permitido a los expertos reconocer la imprenta sevillana donde apareció: la del impresor Gómez de Pastrana. ”El catálogo legal y conocido de Gómez de Pastrana es tan escaso que se diría que insuficiente para vivir de ello. Eso hace sospechar que imprimía más de lo que legalmente publicaba y reconocía con su pie de imprenta ‘con licencia en Sevilla, por Pedro Gómez de Pastrana. A la esquina de la Cárcel Real’”, explica Germán Vega. “También sabemos que unos años más tarde, un inspector requisó en su imprenta paquetes de comedias impresas ilegalmente y decretó su prisión”, agrega.

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