Crítica de “Noticias del gran mundo”: América, más grande todavía ★★★✰✰

Dirección: Paul Greengrass. Guión: Paul Greengrass y Luke Davies, según la novela de Paulette Jiles. Intérpretes: Tom Hanks, Helena Zengel, Elizabeth Marvel, Ray McKinnon. USA, 2020. Duración: 118 minutos. Western.

En plena era Eisenhower, en “Centauros del desierto” Ethan Edwards (John Wayne), veterano de guerra por las tropas sureñas, trazaba su particular camino homérico para rescatar a su sobrina adolescente de las garras de los indios que la secuestraron de niña. En plena era Trump, en “Noticias del gran mundo”, el capitán Kidd (Tom Hanks), veterano de guerra por las tropas del Norte, tiene la misión de devolver a Johanna, secuestrada de niña por los Kiowa, a sus parientes más próximos. Las dos películas -salvando las lógicas distancias- representan el plano y el contraplano de un país sometido a las leyes pendulares de la Historia, que sus respectivos actores protagonistas encarnan con diáfana transparencia ideológica.

Si John Wayne era un racista en plena crisis identitaria, Tom Hanks sigue siendo -y su participación en la investidura de Joe Biden así lo atestigua- la viva imagen de la nobleza constitucional de ese Estados Unidos que se reivindica a sí mismo como paraíso de la democracia. Tal vez por eso “Noticias del gran mundo” se aleja del modelo de western crepuscular eastwoodiano, más cercano al de John Ford: porque Tom Hanks resulta mucho más convincente y conmovedor cuando lee en voz alta las noticias de los periódicos para un público analfabeto, demostrando que América puede superar las heridas de la Guerra Civil, que cuando tiene que enfrentarse, disparos mediante, a los enemigos de su misión.

A Paul Greengrass le interesa acercarse al western desde una perspectiva ideológica, porque algunas de sus mejores películas (“Bloody Sunday”, “United 93”) han abordado el relato histórico con la curiosidad de quién hace un análisis político sobre el terreno. Da la impresión de que Greengrass quiere liberarse de la urgencia cinética de su estilo adaptándose a una puesta en escena neoclásica que podría hacernos pensar en la magnífica “Los hermanos Sister”. Lo que no significa que la serenidad de su tono, a veces un poco forzada, y el caricaturesco registro de los villanos que pueblan el camino de regreso del capitán Kidd no lastren sus innegables logros.