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Camela: «Cantamos al amor porque ya no dura lo que antes»

En los 90, las Spice Girls fueron «número uno» en todo el mundo. ¿En todo? No, en España reinaban ellos. Vuelve la «tecno-rumba»
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En la portada del disco, Ángeles y Dioni aparecen cual Olivia y John, pelo cardado y licra negra, tupé y patillas de punta. Camela posan como en «Grease», campeones del mundo de la llaneza y la autoparodia en un mundo en el que todo el mundo sale en la foto poniendo morritos. Muñoz y Martín, Newton-John y Travolta siguen ahí, 23 años, 16 discos y millones de copias vendidas después. Publican «Me metí en tu corazón», su nuevo disco.
–Han elegido una película que no envejece... ¿como ustedes?
–Dioni Martín: Ya pueden pasar los años, cada vez que la ponen, te quedas mirándola. Es una de las bandas sonoras más vendidas de la historia porque son canciones preciosas.
–En las redes van a arrasar.
–Ángeles Muñoz: Es de lo más comentado...
–D. M.: Estamos creando tendencia, porque ya la gente espera de nuestras portadas algo más. Una vez nos disfrazamos de «Piratas del Caribe», luego de actores de Bollywood, y ahora de «Grease». Nos lo propuso la compañía y como nos gusta caracterizarnos...
–Las canciones, entonces, no tienen que ver con la película.
–D. M.: No, era una idea aparte.
–Á. M.: Bueno, como ellos son una pareja enamorada y nosotros cantamos al amor...
–Cierto. Todas las canciones del disco son de amor.
–Á. M.: O de desamor, que es lo mismo. Es el sello de Camela. Alguna vez hemos hecho algún tema sobre el alzheimer o contra la violencia de género, pero nosotros poco cantamos a temas sociales. Cantamos al amor, que demasiadas penas da ya.
–Es un tema universal.
–D. M.: En el anterior disco queríamos mandar un mensaje para que la gente cambie el rumbo de su vida si ve que hay una situación que es violenta o peligrosa. Tenemos que alejarnos de esas personas. Pero es que el amor no pasa nunca de moda.
–¿Por qué cantan tanto al amor?
–Á. M.: Porque cada vez dura menos. Antes se aguantaban años, pero ahora hay mucho capricho, más que amor. Y luego no se quieren tanto.
–En sus temas siempre hay un diálogo...
–Á. M.: Porque yo compongo la mitad del disco y la otra mitad Rubén, que es el hijo del Dioni, mi sobrino. Él da el punto de vista del hombre y yo el de la mujer.
–O sea, que es una cosa un poco Pimpinela.
–Á. M.: Exacto. Y eso es lo bueno. Porque hombres y mujeres pensamos de maneras diferentes, hay matices. Por eso, dos puntos de vista.
–D. M.: Luego ponemos en común las canciones porque vivimos a dos calles. Nos juntamos, los escuchamos y siempre estamos de acuerdo. Los dos, mi hijo y Ángeles, tienen la esencia y la pureza de Camela y pocas veces estamos en descuerdo.
–Llevan 16 discos.
–D. M.: Sí... ¡en 23 años!
–Á. M.: Siempre hay historias nuevas. Lo bueno de que escriba Rubén es que él aporta una forma de ver diferente.
–D. M.: claro, empezó con 14 años y lleva ya otros 15. Así que nos trasladó las emociones de la juventud y del primer amor. Nos dio un aire fresco de las primeras sensaciones. Yo llevo con mi pareja 30 años. Y por eso creo que la juventud se identifica de nuevo con nuestras canciones.
–Es verdad que su público se rejuvenece.
–Á. M.: Siempre hemos tenido nietos y abuelas. Los fans de Camela se han casado y han tenido niños. Y les gusta el «Cantajuego» y Camela. Una vez tuve que parar el concierto porque había un niño de nueve años llorando a lágrima viva en primera fila.
–¿Es porque la gente se identifica con sus historias?
–D. M.: Algunos se saben las letras mejor que yo, que casi ni me acuerdo de alguna (risas).
–¿Qué les queda por hacer?
–Á. M.: Nunca hemos sido avariciosos. Con dedicarnos a esto, más no pedimos.
–¿Viven solo de la música?
–Á. M.: ¡Ojalá pudiéramos hacer una serie de televisión!
–D. M.: solo queremos el cariño de la gente. Que estén orgullosos.
–Tienen fans famosos y declarados.
–D. M.: Claro, como Alaska, Mario, Juan Antonio Bayona, Carlos Herrera... muchos.
–Caen bien.
–Á. M.: Es que la música es universal. Hay que respetar todos los estilos, al contrario que han hecho con nosotros en muchos casos. En algunos medios, al principio, no lo hacían.
–No les daban valor, pero siempre han vendido mucho.
–D. M.: A lo que se refiere ella es que decían cosas despectivas. Y nosotros no le habíamos hecho nada malo a nadie. Hacíamos nuestra música y ya está. Pero algunos medios, que en su día eran reacios, se han callado. Ayer hicimos la primera entrevista en Los 40 Principales por primera vez en 23 años.
–Y eso que han sido «número uno» de ventas.
–D. M.: La verdad es que siguen sin pinchar nuestra música. Pero no tenemos resquemor con nadie por eso.
–¿No les ponen en antena?
–D. M.: No, pero bueno, por lo menos nos han hecho una entrevista y eso es bueno. Encantados. –Á. M.: tampoco le puedes recriminar a los de ahora lo que hicieron los de antes.
–¿Qué ha cambiado para que ahora les hagan caso?
–Á. M.: ¡Nosotros hacemos lo mismo de siempre!, pero puede que nos asociaron a una imagen... y no somos ni Olivia ni John Travolta. Y a lo mejor ese prejuicio no les gustaba.
–D. M.: 23 años después, hay otra generación en los medios. Gente con la mente más abierta.