Historia
Doña Matilde, la primera alcaldesa de España que se puso al frente de este pequeño municipio
Entre sus logros destaca que consiguió llevar la luz eléctrica a su municipio hace ya un siglo
Un pequeño pueblo del interior de Alicante, Quatretondeta, conmemora este sábado un siglo de la designación de la primera mujer alcaldesa de España, en octubre de 1924 cuando el entonces gobernador de la provincia nombró al frente de esta localidad a Matilde Pérez Mollá.
Aunque la efeméride ocurrió el 27 de octubre de 1924, Quatretondeta adelanta una semana un sentido acto en recuerdo de 'Doña Matilde' o 'La Senyora' donde habrá un recordatorio de su figura a cargo del historiador Jordi Ortiz y dos mesas redondas, una a la que se ha invitado a alcaldesas de la provincia y la otra a diputadas provinciales y autonómicas para hablar de la mujer en la política.
El actual alcalde de Quatretondeta, el socialista Alejandro Montava, de sólo 24 años, ha recordado a EFE de aquella pionera del siglo XX que en su mandato de seis años consiguió dos "hitos" para el pueblo: La llegada de la luz eléctrica y la construcción de la carretera a la vecina Gorga, a unos 5 kilómetros, que a su vez permitió la conexión con las ciudades de Alcoy y Cocentaina.
"Es una parte de la historia que hay que conmemorar para que se conozca. Forma parte del pueblo", ha destacado Montava, quien ha explicado que, tras el acto de este sábado a partir de las 12 horas junto al polideportivo municipal, se colgará una placa en la fachada del ayuntamiento para recordar esta celebración, que se sumará a otra anterior y a una calle del pueblo dedicada a Doña Matilde.
Con un mandato entre el 27 de octubre de 1924 y el 1 de enero de 1930, Matilde Pérez Mollá abrió el camino a otras muchas mujeres al frente de las administraciones locales, según un reciente estudio del departamento de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid, que refleja que a esta pionera le siguieron Concepción Pérez Iglesias en Portas (Pontevedra) entre 1925 y 1930; y Petra Montoro Romero en Sorihuela del Guadalimar (Jaén) en 1925.
Después fueron designadas alcaldesas Benita Mendalio en Bolaños de Campos (Valladolid) de 1926 a 1930; y Dolores Codina en El Talladell (localidad actualmente anexionada a Tárrega, en Lleida), en 1927; mientras que en una capital de provincia la primera fue Pilar Careaga, alcaldesa de Bilbao entre 1969 y 1975.
Designada en plena dictadura de Primo de Rivera
Pérez Mollá pertenecía a la familia más acaudalada de Quatretondeta y a la edad de 45 años fue designada por el entonces gobernador de Alicante en plena dictadura de Primo de Rivera, un tiempo en el que para diferenciarse de su hija, también de nombre Matilde, los vecinos la llamaban la "senyora vella" (señora vieja).
Hace un siglo esta pequeña población rural cercana a Alcoy contaba con cerca de 500 habitantes, casi cinco veces más que los alrededor de 120 vecinos de la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Como ocurría habitualmente, la primera alcaldesa se había casado muy joven, en su caso con un notario alcoyano, Rafael Blanes Serra, con el que se trasladó a la ciudad donde éste estaba destinado, Cartagena, para formar una familia.
En la ciudad murciana tuvo a su única hija y al enviudar, cuando superaba los 40 años, decidió regresar a Quatretondeta, donde comprobó que su pueblo seguía sumido en una agricultura "muy pobre" con unos habitantes con un bajo nivel cultural.
Culta y empeñada en elevar la formación de sus vecinos
Considerada como una persona culta y con un talante que inspiraba "autoridad", la "senyora vella" se esforzó en elevar la formación de sus vecinos, llegó a formar un grupo de teatro e, incluso, dio clases de piano, mientras que también escribía artículos costumbristas para el diario "Las Provincias".
Según explicó hace unos años su último nieto, Rafael Carreres, también se distinguía por sus labores humanitarias puesto que era "protectora" de la leprosería de Fontilles (situada al norte de la provincia de Alicante), para cuyos enfermos confeccionaba mantas de lana.
Pese a que la participación histórica de la mujer en política sigue pendiente de ser estudiada a fondo, a comienzos del siglo XX en Europa había una intensa efervescencia sobre los asuntos relacionados con el voto femenino y su papel en la política, y Pérez Mollá fue precursora en un país que, como en otras facetas, acumulaba años de retraso.