Manolo Mata deja todos su cargos en el PSPV para defender al cerebro del “caso Azud”

El síndic socialista en Les Corts Valencianes, Manolo Mata, ha presentado este viernes su renuncia al escaño de diputado autonómico, algo que anunció la semana pasada para centrarse en su labor como abogado defensor de uno de los principales acusados de la trama de corrupción Azud.

Mata ha formalizado esta mañana de forma presencial su renuncia al cargo, en un escrito en el que agradece el trato recibido por parte del presidente de la Cámara y del personal durante estos años. Por la tarde, se ha conocido que abandona también la vicesecretaría general del PSPV, tras mantener una reunión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La decisión, por tanto, ha sido acordada por ambos.

La oposición ha criticado durante esta semana que la decisión llegaba tarde y que, además, era parcial, puesto que mantenía un cargo orgánico muy importante.

Manolo Mata es el abogado defensor del empresario Jaime Febrer, considerado uno de los cabecillas del caso Azud, que investiga una trama de corrupción en el Ayuntamiento de València durante el mandato del PP -en la que también están involucrados relevantes cargos socialistas-, lo que había generado críticas de la oposición, que cuestionaba que ejerciera de portavoz socialista y defendiera a la vez a Febrer.

Ha ejercido como síndic del grupo socialista desde 2015, cuando el Botànic llegó al Gobierno de la Generalitat tras dos décadas de gobiernos del Partido Popular, y su renuncia supone la marcha del único portavoz del Parlamento valenciano que se mantenía en el cargo desde aquel momento.

Efecto dominó

La marcha de Mata puede forzar la remodelación del Gobierno valenciano, al menos en lo que se refiere a la parte socialista. Esto ocurriría si su sucesora fuera la consellera de Sanidad, Ana Barceló. Su nombre suena en todas las quinielas.

Hace tiempo ya que se barajó la posibilidad de que Barceló dejase esta cartera. El momento, siempre se ha dicho, debía ser cuando la pandemia ya estuviese estabilizada.

Su salida debería ser cubierta, apuntan fuentes socialistas, por una persona de Alicante. De lo contrario, se rompería el equilibrio territorial del Consell. Esto obligaría a buscar a una mujer alicantina (también debe ser paritario), aunque de no encontrarse la persona adecuada hay quien apunta a que podría darse hasta un doble cambio. Es decir, buscar a otra mujer de Alicante para otra cartera y poner a un hombre al frente de Sanidad.

Los mismos que apuntan a esta posibilidad saben bien que el presidente Puig no es demasiado amigo de los cambios. De hecho, solo ha remodelado el Consell cuando se ha producido una causa de fuerza mayor. La consellera de Sanidad, Carmen Montón, dejó su puesto cuando fue nombrada ministra por Pedro Sánchez.

Se apuntan además otros dos candidatos naturales. Una, la vicepresidenta primera de Les Corts y alcaldesa de Quart, Carmen Martínez y dos, el diputado José Muñoz. La proximidad de las elecciones municipales y autonómicas pesa en contra de ambos. La primera porque debe revalidar su alcaldía, y el segundo, porque es el secretario de Organización y, por tanto, pronto comenzará a dirigir la elaboración de las listas.