Sanidad
“La Conselleria de Sanidad nos ha tratado como rivales, más que como colaboradores necesarios”
El secretario general del Sindicato Médico en la Comunidad Valenciana asegura que el estado de la sanidad pública es “agónico”
En plena batalla judicial entre el colectivo médico y la Conselleria de Sanidad por las sentencias que obligan al Departamento de Ana Barceló a indemnizar a los galenos por la falta de protección durante los primeros meses de la pandemia, el secretario general del Sindicato Médico en la Comunidad Valenciana (CESM CV), Víctor Pedrera, reflexiona sobre todo lo sucedido y el estado actual de la sanidad valenciana.
-La semana pasada conocíamos el recurso de la Generalitat a una de las sentencias del TSJ, en el que la Conselleria argumenta que había material de protección guardado bajo llave porque se habían producido sustracciones del mismo por parte del personal sanitario, ustedes pidieron una rectificación, ¿ha habido alguna novedad desde entonces?
-No, de momento no han hecho ninguna manifestación formal, insisto en que nos ha parecido una metedura de pata. Ese argumento para intentar justificar lo injustificable, es una evidencia de que hubo falta de material. No entendemos que el presidente haya recurrido la sentencia, puede ser discrepante con la fase económica de las indemnizaciones, pero no con la fase condenatoria. El hecho de que se haya sustraído material, yo no lo discuto, pero nos parece inaceptable que se generalice y se nos ponga como argumento que faltaba material por los robos. Nos ha dolido enormemente porque, no solamente estuvimos desprotegidos, sino que se han aguantado todas las deficiencias. La Conselleria dijo que los médicos se estaban contagiando en su vida social, cuando la gente estaba dando el 200 por ciento de su tiempo, desprotegidos, sin material, con órdenes contradictorias, cambiando cada media hora, con una serie de criterios basados en la disponibilidad de material y no en criterios médicos. Dijeron que la mascarilla solo se podía usar una por semana, cuando la realidad es que protegen menos de una jornada de trabajo. Tuvimos que hacernos elementos de protección artesanos, algunos iban con gafas de buzo, y además a algunos de estos compañeros les instaron a que se quitaran ese material que se habían fabricado porque producía alarma social, cuando la realidad era que no querían que se viera que estaban protegiendo de manera indebida a los sanitarios. La prueba es que el récord de sanitarios afectados por covid fue en la Comunidad Valenciana y eso no es casualidad, sino que es consecuencia directa de esa falta de material de protección.
-En el recurso, la Abogacía de la Generalitat también argumenta que la responsabilidad de la gestión de la pandemia a partir de la declaración del Estado de Alarma correspondía al Ministerio de Sanidad.
-La Conselleria seguía asumiendo la gestión directa de los recursos sanitarios. No se suspendieron las autonomías ni la gestión directa de la sanidad valenciana. El Ministerio estableció normas comunes para todas las Comunidades Autónomas pero la responsabilidad era de las autonomías.
-La Abogacía de la Generalitat asegura que esta demanda debería de ser individual, y no colectiva, para estudiar caso por caso.
-Yo de cuestiones técnicas no le puedo hablar. Los abogados entendieron que se podía hacer así y se admitió a trámite.
-Faltan aún varias sentencias, ¿cree que habrá recurso de Sanidad?
-Quedan las sentencias de las demandas interpuestas por los médicos de Elche y Castellón. La primera de ellas se retrasó por una huelga de procuradores y la segunda por decisión del juez. De momento no tenemos constancia de que se hayan presentado más recursos pero, por las declaraciones que se han hecho, sí que se presentarán.
-¿Cuál es el siguiente paso que van a dar si la Generalitat no rectifica sus declaraciones sobre el robo de material médico?
-Se están estudiando las medidas legales.
-¿Cree que ha faltado interlocución con la Conselleria?
-Por supuesto, nos habríamos sentado con ellos y seguro que habríamos colaborado de forma activa en soluciones y nos habríamos ahorrado llegar a este punto. Hemos llegado a este punto por la falta de comunicación con la Conselleria, nos han dado las cosas hechas, no se ha contado con nuestra opinión. Nos han tratado como rivales, más que como colaboradores necesarios.
-¿Cómo describiría el estado de la Sanidad pública valenciana en este momento?
-El sistema sanitario está agónico. Teníamos un sistema sanitario que se había vendido como excelente y era excelente por varias razones. Era barato, sobre todo a costa de los salarios del personal, pero tenía unas deficiencias que estaban soterradas: tiempos de espera inaceptables, índices de utilización fuera de lo lógico y una planificación nefasta, ¿qué ha pasado? Que estaba cogido con pinzas y ha saltado por los aires. La atención primaria no ha funcionado porque estaba desbordada, mal planificada, la gestión de la demanda se ha dejado en manos de los usuarios y no de los profesionales. A la primera tensión que ha tenido el sistema, ha sido incapaz de afrontarla, la pandemia hubiera puesto contra las cuerdas a cualquier sistema, pero al nuestro lo ha derribado.
-¿Cuál es el estado de salud, física y mental, del colectivo sanitario?
-Una cosa son las opiniones y otra las pruebas. La primera prueba es que la cantidad de médicos que están pidiendo el certificado de idoneidad para salir de España se ha duplicado en los últimos dos años. Se van porque nuestras condiciones laborales son penosas. Aquí, un médico estabiliza su carrera pasados los 40 años, las oposiciones se hacen de uvas a peras, los contratos son por meses o de guardias... Son unas condiciones laborales que no existen en ningún país de Europa. Segundo, tenemos los peores salarios de la UE, estamos pagando menos que en Portugal. En tercer lugar, el médico joven no es como el mayor, a uno joven le cuesta medio telediario coger el petate y marcharse, se mueven con mucha facilidad. Las condiciones laborales de aquí no tienen nada que ver con las de cualquier otro país europeo. Si a un médico de familia de Suecia le ponen 25 pacientes, se levanta y se va, aquí hemos tenido más de 70, aparte de las visitas domiciliarias a las que íbamos sin protección. Además, hemos observado que la cantidad de médicos que piden prórroga cuando les toca jubilarse se ha reducido muchísimo, ahora se piden jubilaciones anticipadas. En pocos años vamos a tener problemas para cubrir las plazas que se quedan vacantes.
-¿Les parece que el Plan de Atención primaria presentado por la Conselleria puede solucionar alguno de estos problemas?
- Con el plan de atención primaria se quiere dar responsabilidad de médico a personal que no lo es. Lo hemos criticado en primer lugar porque se ha hecho sin contar con nadie, ni pediatras, ni colegios de médicos; es un plan que, a nuestro juicio, adolece de enormes carencias y una falta de conocimiento profundo de la atención primaria. Es un plan que, de entrada, nos resulta pobre, falto de consenso. Se tendría que centrar en eliminar del médico funciones que no son del medico, para potenciar su figura, no relegarla. Nadie duda de que se ha de trabajar en equipo, pero lo que nadie puede poner en duda es que ese equipo lo tiene que liderar el personal más cualificado.
- ¿Ha aumentado la concienciación entre el colectivo médico respecto a las condiciones laborales?
- Si, como profesionales y como trabajadores. La afiliación al CESM ha aumentado considerablemente. Las situaciones de adversidad despiertan la conciencia colectiva de defensa de los derechos. El médico cada vez defiende más la exigencia de tener unas condiciones laborales para trabajar de forma más digna. Condiciones laborales que permitan calidad en el ejercicio de la profesión. Otra cosa que es positiva es que los problemas que estaban ocultos han aflorado, y es la única manera de solucionarlos. La política del avestruz tiene los días contados.
-¿Todavía estarían dispuestos a sentarse a hablar con la Conselleria?
-Por supuesto, cada minuto que pasa estamos dispuestos a negociar con la Conselleria, nuestro principal objetivo es el mantenimiento de la sanidad publica. Esta administración, o cualquier otra, tiene la tendencia de que cuando alguien le saca pegas, le cataloga como rival y no somos rivales, estamos aquí para colaborar.
-¿Qué podemos hacer los pacientes para ayudar a la sanidad pública?
-Para que un servicio público funcione, se necesita que esté bien financiado; que esté bien gestionado, no por gestores políticos, sino por profesionales; que esté bien ejecutado por los profesionales y, en cuarto lugar, que esté bien utilizado, y para esto, la población es una parte fundamental. La demanda del sistema sanitario no la regula el profesional, sino el usuario. Tenemos niveles de frecuenciación mucho más altos que en el resto de Europa, tenemos motivos de consulta manifiestamente mejorables, hay un porcentaje pequeño de población que no colabora y perjudica mucho al conjunto del sistema. Se deberían arbitrar mecanismos para una utilización correcta. La población mayoritariamente lo utiliza de forma correcta, pero hay un pequeño porcentaje que no, y eso no tiene consecuencias y debería tenerlas. Pero las medidas no competen al medico, yo no puedo sancionar a un paciente.