Investigación
La prueba de ADN que puede dar un vuelco al crimen de las niñas de Alcàsser
Un equipo forense analiza una calavera encontrada en una isla de Irlanda para saber si puede tratarse de Antonio Anglés
Desde que fueron encontrados los cadáveres de Toñi, Miriam y Desirée, los agentes no han parado de buscar a Antonio Anglés, presunto autor de la muerte de las “niñas de Alcásser” junto a Miguel Ricart, único condenado por el caso.
Ahora, 29 años después una prueba de ADN puede dar un vuelco al caso. Después matar a las niñas el 13 de noviembre de 1992 y de enterrar sus cuerpos Anglés se fugó de Catarroja y cogió un taxi hasta una caseta abandonada en la localidad de Alborache. Allí pasó dos noches antes de ir a Valencia para hacerse un cambio estético.
Anglés se cambió el color de pelo de rubio a moreno y durante su estancia en la peluquería una persona entró a hablar con él, según aseguraron varios testigos. A continuación salió de Valencia y fue visto en Cuenca. De ahí puso camino a Portugal, probablemente vía Madrid y embarcó con destino a Dublín (Irlanda).
Allí fue identificado como un polizón y se lanzó al agua. Desde ese momento no se le ha vuelto a ver. Muchas han sido las teorías que lo sitúan en América Latina -ahora tendría 55 años- con una nueva imagen y una nueva vida, pero lo único cierto es que la última vez que se supo de él estaba en Europa.
En el año 2006, unos pescadores encontraron los restos de un hombre no identificado en la isla de Lambay y no ha sido hasta hace poco tiempo cuando los investigadores han hecho una reconstrucción digital del cráneo y pidieron ayuda para su identificación.
Cuando la petición llegó a las autoridades españolas, la sorpresa fue mayúscula porque su parecido con Anglés era asombroso. Según los periodistas Genar Martí y Jorge Saucedo, autores del libro “El fugitivo” sobre la huida de Anglés, señalaron en “Espejo Público” que la Policía ha pedido que se coteje el ADN de este cráneo con el de Antonio Anglès para poder determinar su coincidencia.
Además, quisieron desmentir los rumores de que este cráneo ya habría sido analizado. De hecho, matizaron que esos rumores se refieren a otro cráneo que fue encontrado en la isla de Cork y que se cotejó con el ADN de la madre de Anglés y cuyo resultado fue negativo.
Por ello, ahora parece más cerca que nunca el cierre del caso. El retrato robot es casi idéntico y las autoridades irlandesas trabajan en la extracción del ADN de los dientes. El resultado dependerá de la presión que ejerza la policía española sobre la irlandesa, según explicaron los periodistas, pero aunque esto nos se produzca no debería dilatarse mucho porque un proceso de estas características no debe alargarse más allá de entre 15 y 30 días. De confirmarse la coincidencia, se daría por cerrado el caso y se retiraría la orden de búsqueda internacional que pesa sobre Antonio Anglés.
La importancia del ADN
La ciencia forense ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y si en el momento de la desaparición de las niñas la extracción del ADN del un pelo podría durar hasta un año, ahora es un proceso muy rutinario y que puede estar listo en días.
Debido a esto, los investigadores han decidido dar un impulso al caso porque quedan todavía muchas preguntas sin respuesta de lo que ocurrió la noche del 13 de noviembre de 1992. La Guardia Civil anunciaba recientemente que había reabierto la investigación para inspeccionar de nuevo el Opel Corsa blanco en el que Miguel Ricart y Antonio Anglés recogieron a las tres menores cuando hacían autoestop para ir a una discoteca. Nunca llegaron a su destino porque las raptaron, las violaron de forma brutal, acabaron con sus vidas y enterraron sus cuerpos en una zona rural alejada.
Las nuevas técnicas forenses de revelado de sangre y otros fluidos orgánicos podrían servir para analizar el ADN de las víctimas en el vehículo, que se encuentra desde entonces custodiado en la comandancia de la Guardia Civil de Almussafes. Varios agentes del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil desplazados desde Madrid ya trabajan en el vehículo para saber si Anglés tuvo participación directa en los hechos o no.
Elisa Fort, jueza encargada del caso, también ha ordenado la inspección de un Seat Rondade los asesinos y el análisis de más de 50 pelos, descartados en su momento para encontrar ADN que podría implicar a Anglés, Sólo pudieron extraer ADN de 7 de los 165 pelos encontrados en el coche y que fueron analizados pero ninguno de ellos era de las niñas.
De poder confirmar esto, en el caso de que se pudiera dar con el paradero de Anglés, siempre y cuando el ADN indique la calavera encontrada no es suya, se le podría llevar a juicio porque el caso no prescribe hasta 2029.
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