El ganso gigante que aterrorizaba Australia hace menos de 50.000 años

Normalmente cuando uno piensa en un ganso lo imagina como un ave acuática y no muy inteligente, como una especie de pato, pero más grande. Y no podría uno estar más equivocado. Además de inteligentes, los gansos "tienen muy malas pulgas", y pueden llegar a ser muy violentos con animales incluso más grandes que ellos.

Hace un par de años, desde LA RAZÓN compartíamos la noticia de que en algunos países, especialmente en Canadá, se utiliza a esta clase de ave en lugar de los tradicionales perros para defender las casas de posibles intrusos. No solo tienen mejor vista que nuestros amigos los canes, sino que son muy territoriales y no se distraen con tanta facilidad con un trozo de carne.

Desde la oficina de Control de gansos de Ohio (Estados Unidos) llegaron a notificar agresiones, lesiones e incluso alguna muerte causada por el ataque de los gansos. Ante cualquier conflicto con uno de estos animales lo mejor es huir, ya que no atienden al diálogo y pueden resultar peligrosos.

Y si esto ocurre con los gansos de tamaño "estándar", tan solo piensen en lo amenazante que pudiera ser una de estas aves de más de dos metros de altura. Esta clase de animal existió, y estuvo poblando la faz de la tierra hasta hace poco mas de 50.000 años, por lo que podrían haber llegado a coexistir con los 'Homo sapiens', según algunas teorías científicas.

El ganso gigante que aterrorizó Australia

Justo antes de que comenzara el verano, un grupo de investigadores del Laboratorio de Paleontología de la Universidad de Flinders (Australia) consiguieron revelar la verdadera identidad de un animal que llevaba dando quebraderos de cabeza a los científicos durante más de 100 años. Finalmente, esta comisión encontró la pieza del puzle que faltaba para completar el misterio de una especie extinta.

Se trata del 'Genyornis newtoni', un pariente gigantesco de los gansos, que se cree que se habría extinguido hace unos 50.000 años. Según informaba EuropaPress, el grupo de investigadores habría encontrado el fósil de un cráneo de este ave en buenas condiciones. Se trata de un hallazgo crucial, ya que el único rastro que se poseía sobre la cabeza de este animal era otro cráneo, pero tremendamente desgastado.

Si los científicos australianos están en lo cierto, este animal habría dejado de existir hace unos 45.000 años, cuando pesaba en torno a 230kg y podía llegar a medir dos metros y medio de altura. Este ganso gigantesco poseía una enorme caja craneal, armada con unas mandíbulas grandes y una especie de casco sobre la cabeza.

Según EuropaPress, la investigadora Flinders Phoebe McInerney había compartido a través de un comunicado que este ave "tenía una mandíbula superior alta y móvil como la de un loro pero con forma de ganso, una boca ancha, una gran fuerza de mordida y la capacidad de aplastar plantas blandas y frutas con el paladar".

Existen teorías que afirmas que este animal podría llevar una alimentación basada en la depredación, aunque también en la ingesta de carroña, es decir de animales muertos o presas abandonadas por otros cazadores. Por los emplazamientos donde se han encontrado los fósiles atribuidos a esta especie, se cree que habitó mayormente en la zona sur del continente australiano.

¿Por qué se extinguió el ganso gigante?

Los científicos encontraron nuevas adaptaciones nunca antes vistas en el cráneo del 'Genyornis newtoni', como una estructuración de los huesos, músculos y ligamentos que les permitían proteger sus oídos y su garganta de la entrada de agua cuando sumergían la cabeza, según ha recogido EuropaPress.

Existen varias suposiciones sobre la causa de por qué este animal dejó de existir, de por qué se extinguió. Algunas fuentes apuntan a una falta de adaptación al medio, es decir, que cuando los antiguos cuerpos de agua dulce del sur de Australia se volvieron salados, estos gansos gigantes no supieron cómo adaptarse y murieron.

Otras teorías más generales acerca de la extinción de la llamada 'megafauna' tratan de explicarla a través de la influencia tanto del cambio climático como de la acción humana. A pesar de todo, no están confirmadas estas hipótesis, aunque resulta increíble la idea de imaginarse conviviendo con una de estas aves monstruosas.