El comienzo de clases marca también el inicio de una rutina habitual: largas horas preparándose para exámenes persiguiendo un resultado que difícilmente podemos garantizar. Pero de acuerdo con Harvard, hay una opción de incrementar las posibilidades de un buen final.

De acuerdo con Jessie Schwab, psicóloga y experta en educación de la Universidad de Harvard, los métodos de estudio eficaces funcionan porque implican múltiples formas de aprendizaje. De hecho, “tendemos a juzgar mal nuestro propio aprendizaje. Ser capaz de recitar información memorizada no es lo mismo que retenerla – afirma Schwab -. Una cosa que sabemos a partir de décadas de investigación en ciencias cognitivas es que los estudiantes a menudo son malos jueces de su propio aprendizaje. La memorización parece aprendizaje, pero en realidad, probablemente no hayamos procesado esa información lo suficiente como para recordarla días, o incluso horas, después”.

Con esto en mente, el equipo de Schwab ha elaborado una lista con 10 consejos destinados a estrategias eficientes a la hora de hincar los codos.

1)No esperar

Puede resultar tentador dejar para el último momento todo el estudio para ese examen importante, pero las investigaciones sugieren que atiborrarse de material no mejora el aprendizaje a largo plazo. “Puede que el resultado final sea bueno, pero eso no significa que hayan aprendido realmente el tema”, según un estudio científico publicado por la Asociación Americana de Psicología.

2)Planificación

Básicamente, se trata de establecer un cronograma de estudio, del mismo modo que tenemos un horario para las clases. Y respetarlo.

3) Pedir ayuda a otros estudiantes

Del mismo modo que tenemos capacidad o facilidad para ciertas asignaturas, hay otras para las que somos menos hábiles. Lo bueno es que esto no es homogéneo y podemos hacer equipo con quienes nos complementan y ayudar a algunos que también nos podrían facilitar el camino.

4) Recurrir a los docentes

Estamos habituados a contactar con nuestros profesores en clase o después de un examen, pero rara vez lo hacemos con anticipación para confirmar temas, conocimientos y resolver dudas.

5) Cada uno tiene su estilo de aprendizaje

Sea simple memorización, grabar los textos y escucharlos, escribir todos los temas, estudiar en grupo… Cada uno tiene su propio estilo y encontrarlo es lo que nos facilita el éxito final.

6) Recreos

El cerebro solo puede absorber cierta cantidad de información a la vez. Según los Institutos Nacionales de Salud, las investigaciones han demostrado que tomar descansos entre sesiones de estudio mejora la retención: “el descanso juega un papel tan importante como la práctica en el aprendizaje de una nueva habilidad. El descanso permite que nuestros cerebros consoliden los recuerdos de lo que acabamos de estudiar”, afirma el análisis.

7) Buscar un sitio adecuado

El lugar donde estudias puede ser tan importante como la forma en que lo haces. Encuentra un espacio que esté libre de distracciones y que tenga todos los materiales y suministros que necesitas a mano. Come un refrigerio y ten una botella de agua cerca para estar bien alimentado para tu sesión de estudio.

8) Premiarse

Estudiar puede ser mental y emocionalmente agotador y mantener la constancia puede ser un desafío. Los estudios han demostrado que las pequeñas recompensas a lo largo del proceso pueden ayudar a mantener la motivación.

9) La práctica hace al maestro

La mejor forma de retener lo aprendido es haberlo practicado mucho tiempo y muchas veces. De acuerdo con Elizabeth y Robert Bjork “las dificultades deseables pueden mejorar el aprendizaje. Por ejemplo, ponerse a prueba con fichas didácticas es un proceso más difícil que simplemente leer un libro de texto, pero conducirá a un mejor aprendizaje a largo plazo. Una analogía común es el levantamiento de pesas: tienes que ejercitar esos músculos para fortalecer el recuerdo de lo aprendido”.

10) Establecer metas específicas

Por ejemplo: estudiar todos los días entre las 2 y las 4 de la tarde en la biblioteca. Pero con ello no basta y también tienen que ser medibles (que tengan un efecto en las puntuaciones) y que sean realistas para que podamos cumplirlas.