Tecnología
La inteligencia artificial que acabará con Google
Nuestra relación con los motores de búsqueda podría cambiar para siempre por tecnologías como ChatGPT
Pocas cosas son tan fugaces como las novedades en inteligencia artificial. Sabemos que la tecnología evoluciona tan rápido que a veces nos pierde por el camino, pero estamos ante un caso extremo. Cada pocos meses aparece un avance en inteligencia artificial que nos deja boquiabiertos, tanto a nosotros como a los mismísimos expertos, y no importa cómo de espectacular sea, podemos apostar que menos de un año quedará obsoleto y habrá otor hito del que maravillarse. Es el paradigma de la tecnología y ya está cambiando el mundo. Podríamos decir que 2022 ha sido el mejor año hasta la fecha para las inteligencias artificiales, y tendríamos razón, pero sería casi una tautología, porque a partir de ahora diremos eso de cada año que pase. El último ejemplo ha sido ChatGPT, una tecnología capaz de conversar contigo, escribir artículos y, entre otras muchas cosas, responder a tus dudas.
Hace años que existen los chatbots. Cleverbot surgió en 1997 y, a pesar de que ahora nos parece absolutamente ridículo, nos parecía increíble que pudiera (intentar) mantener una conversación casi humana. Desde entonces la tecnología ha cambiado tanto que es irreconocible, y ChatGPT no solo puede mensajearse contigo sin que sospeches su naturaleza artificial, sino que es capaz de cumplir tus “deseos”. Si en una conversación real le pides a un amigo que te cuente un cuento y quiere complacerte, lo hará. ChatGPT hace algo similar, ya no solo responde a tus frases, sino que cumple lo que le pidas en ellas, ya sea escribir un artículo, diseñarte una dieta, hacer programación informática, extraer una lista o construir una tabla.
De hecho, por cómo funcionan estas inteligencias artificiales, hay funcionalidades de ChatGPT que todavía están por descubrir y que no conocen ni sus creadores. Entre las más comentadas está la asistencia en materia de salud mental, algo para lo que ya se usan chatbots en campañas de prevención del suicidio. Programar código sencillo, escribir artículos básicos, o incluso diseñar y corregir exámenes. Sin embargo, hay una función especialmente inquietante: su uso como consultor. Google se ha convertido en un oráculo, el motor de búsqueda por excelencia que nos ayuda a navegar por internet en búsqueda de respuestas. Ahora bien, imagina que en lugar de bucear entre artículos más o menos relacionados con tus inquietudes, un programa pudiera darte la respuesta exacta, mascada y estructurada justo como quieres. Eso es lo que puede hacer ChatGPT y nuestra relación con Google podría cambiar para siempre.
Podemos pedirle una lista de compositores del siglo XIX que hayan contraído la sífilis y nos dará una lista, ahorrándonos tener que extraer la información de varios enlaces web. ¿Significa esto que OpenAI (entre cuyos fundadores está Elon Musk) desbancará a Google? Posiblemente no si hablamos de Google como empresa. La duda es si dejaremos de usar el motor de búsqueda que puso a Google en el mapa para resolver nuestras dudas y lo limitaremos sólo a la búsqueda de contenido: artículos, vídeos, imágenes, etc. Es difícil de saber, aunque sí sabemos que la reina de los buscadores se guarda un as en la manga. Google, como filial, lleva tiempo invirtiendo en el desarrollo de inteligencias artificiales y los expertos tienen motivos para creer que cuentan con tecnología tanto o más avanzada que la de OpenAI. Tal vez 2023 despierte al dragón de Silicon Valley y decidan llevar sus inteligencias artificiales al mercado, compitiendo con OpenAI y manteniendo su hegemonía.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Estas inteligencias artificiales podrían funcionar como oráculos capaces de resolver nuestras dudas con más diligencia que los buscadores como Google. Sin embargo, por cómo funcionan las inteligencias artificiales, no pueden asegurar la veracidad de sus respuestas, por bien escritas que estén. Todo dependerá de la veracidad de las fuentes con las que se haya entrenado a la inteligencia artificial.
REFERNCIAS (MLA):
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