Política
El resumen político del 2024 de Cataluña en 5 capítulos
Desde cambios de gobierno, pasando por despedida de históricos, constantes tiras y aflojas o crisis internas en partidos, el año ha estado lleno de acontecimientos
El año 2024 ha sido un periodo intenso y decisivo para la política catalana, marcado por cambios significativos, negociaciones complejas y momentos históricos que han dejado una huella profunda en la región. Desde las urnas hasta las tensiones internas en los partidos, la actividad política ha sido un reflejo de la constante evolución y los desafíos que afronta Cataluña en el contexto político actual.
Cataluña, en definitiva, ha protagonizado un año cargado de acontecimientos que han configurado su panorama político y social. En este artículo, repasamos los momentos más destacados de un año que, sin duda, será recordado como un capítulo crucial en la historia contemporánea de esta comunidad autónoma.
Elecciones y cambio de Govern
Desde 2012, los gobiernos independentistas han marcado la agenda política en Cataluña, con el proceso soberanista como eje central de sus políticas. Esta etapa ha estado dominada por ERC y Junts per Catalunya, quienes, pese a sus diferencias internas, compartían el objetivo de avanzar hacia la independencia. Sin embargo, con el paso de los años, las tensiones internas, las prioridades divergentes y la falta de avances significativos en el proyecto independentista fueron desgastando la cohesión de estos gobiernos.
En ese contexto, el Govern de Pere Aragonès (ERC) sufrió una grave crisis en octubre de 2022 cuando Junts decidió abandonar el ejecutivo, alegando incumplimientos en la hoja de ruta independentista y una falta de confianza en la estrategia de Aragonès. Sin el apoyo de sus socios, el presidente intentó gobernar en solitario, pero la falta de estabilidad parlamentaria, sumada a la presión de la oposición y la dificultad para sacar adelante iniciativas clave como los presupuestos, lo llevó a convocar elecciones anticipadas en 2024.
Las elecciones autonómicas celebradas en 2024 trajeron consigo un cambio significativo en el Govern de Cataluña. Después de años de dominio de las fuerzas independentistas, los comicios dieron lugar a un nuevo equilibrio político liderado por Salvador Illa, quien asumió la presidencia con el apoyo de ERC y los Comunes, algo que le está pasadno factura actualmente.
Los constantes tira y afloja de Illa y sus socios
La llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat no fue un camino de rosas. Aunque su liderazgo marcó un cambio en la orientación política de Cataluña, el Govern se enfrentó rápidamente a una agenda cargada de desafíos. Las negociaciones para sacar adelante los presupuestos, actualmente prorrogados, han sido un terreno especialmente complicado, con el PSC necesitando el apoyo de sus socios, principalmente los comunes y ERC. Entre los temas más controvertidos se encontraba el reclamo de una financiación singular para Cataluña, una propuesta que buscaba garantizar más recursos económicos para la comunidad, pero que requería complejas negociaciones con el Gobierno central. También el traspaso de Rodalies y las competencias en inmigración protagonizaron intensos debates, reflejando la dificultad de alinear posturas en esta actualidad parlamentaria.
Por otra parte, los comunes ejercieron una presión constante en temas sociales, especialmente en materia de vivienda, donde han exigido políticas más agresivas para garantizar el acceso y la regulación de alquileres. Este contexto de tira y afloja se vio agravado por la discusión sobre el proyecto Hard Rock Entertainment World, un tema heredado del Govern anterior y que despertó tensiones internas. Mientras el PSC no acaba de aclarar su postura sobre el tema, sus socios muestran reticencias debido a los impactos medioambientales y sociales que podría generar. En este marco, el Govern de Illa ha tenido que lidiar con las constantes fricciones entre las prioridades de cada grupo político, lo que ha puesto a prueba su capacidad de liderazgo y de mantener la estabilidad institucional.
Otro de los temas que ha marcado el debate parlamentario ha sido el de la Junta de Seguridad en la que se decidió que la Guardia Civil y la Policía Nacional se incorporarían al sistema de emergencias 112, algo que no gustó nada a los independentistas. Unos independentistas que, por otro lado, le han reclamado a Illa desde el principio que haga más promoción del catalán.
Retorno y fuga de Puigdemont
Uno de los episodios más mediáticos del año fue el regreso de Carles Puigdemont a Cataluña, aunque solo de manera fugaz. El expresident aprovechó su presencia para realizar un mitin frente al Parlament durante la investidura de Salvador Illa, donde buscó reactivar el movimiento independentista. Sin embargo, su estancia terminó rápidamente con una nueva fuga al extranjero para evitar problemas legales.
Este acontecimiento no solo desató una fuerte controversia política, sino que también evidenció que Puigdemont sigue siendo una figura polarizadora. Su influencia en el debate soberanista continúa siendo relevante, aunque sus acciones generan tanto apoyo como críticas dentro del independentismo.
Adiós de Ada Colau, la "okupa" que llegó a alcaldesa de Barcelona
Uno de los momentos más simbólicos del año 2024 fue la despedida definitiva de Ada Colau de la política activa. La exalcaldesa de Barcelona, que había hecho historia en 2015 al convertirse en la primera mujer en liderar el consistorio de la capital catalana, cerró una etapa marcada por las críticas constantes de la oposición por su particular enfoque social.
Las políticas de vivienda fueron el eje central de su mandato. Desde su lucha por limitar los precios del alquiler hasta su firme oposición a los desahucios, Colau se convirtió en un referente para los movimientos sociales.
Crisis internas de ERC y reelección de Junqueras
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no estuvo exenta de turbulencias en 2024. El partido vivió una serie de crisis internas que evidenciaron tensiones entre sus diferentes corrientes. Desde la Estructura B, hasta las críticas a Junqueras de tener demasiado poder, pasando por las luchas internas entre el presidente y Marta Rovira, estas dificultades no impidieron que Oriol Junqueras fuera reelegido como presidente del partido durante su congreso anual.
La reelección de Junqueras reflejó su liderazgo dentro de ERC, aunque ajustado, pues tiene a la mitad del partido en contra y, por ello, ya ha empezado a realizar sus primeros movimientos para ganar más influencia todavía.