Un estudio identifica marcadores inflamatorios relacionados con el pronóstico del cáncer de mama

La inflamación crónica, que se diferencia de la inflamación aguda que tiene lugar a raíz de una herida o infección por ser un estado general de baja intensidad y prolongado en el tiempo, se asocia con enfermedades de relevante prevalencia como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.

En las patologías oncológicas la inflamación podría favorecer la metástasis y progresión del tumor. En este contexto, investigaciones previas pusieron de manifiesto que el exceso de peso y la actividad física cursan con mecanismos de inflamación en cáncer de mama, el primero de ellos como un factor de riesgo y el segundo, como factor protector.

Ante esta evidencia, desde la Unidad de Cáncer y Nutrición del Instituto Catalán de Oncología e IDIBELL, que ya ha desarrollado investigación centrada en analizar factores modificadores que forman parte del estilo de vida y cómo se asocian a diferentes tipos de cáncer, en concreto al pronostico del cáncer de mama, se puso en marcha, en colaboración con la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, la IARC, un proyecto dirigido a confirmar la hipótesis de que la inflamación crónica puede ser un factor que influye no solo en la aparición del cáncer de mama, sino también en su pronóstico una vez establecido el diagnóstico.

Resultados novedosos

Para ello, los investigadores llevaron a cabo un estudio prospectivo con 1538 mujeres pertenecientes a la cohorte europea EPIC, que en su momento no tenían un diagnóstico de cáncer de mama pero que desarrollaron la enfermedad durante el seguimiento del estudio.

Al respecto, la doctora Carlota Castro, investigadora postdoctoral en IDIBELL e ICO y líder del estudio, explica que “tomamos un panel de biomarcadores relacionados con la inflamación, que son todo moléculas ya conocidas, para estudiarlos” a partir de las muestras de sangre extraídas antes del diagnóstico de cáncer.

Tras un seguimiento medio de 7 años, se analizó el riesgo de supervivencia y mortalidad de estas mujeres de acuerdo a los niveles en sangre de estas moléculas y los resultados indican que “principalmente en una de estas moléculas, la interleucina 6, mayores niveles de la misma antes del diagnóstico de cáncer de mama se asocian a largo plazo con mayor probabilidad de morir por cualquier causa”.

Además, en el marco de esta misma investigación, “al realizar subgrupos de análisis entre mujeres que fueron diagnosticadas de cáncer de mama siendo premenopáusicas o postmenopáusicas, se pudo comprobar que dentro del grupo de las mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama, estos niveles elevados de interleucina6 tienen un mayor impacto, ya que en estos casos la probabilidad de muerte por cualquier causa, pero también por la causa específica del cáncer de mama, es mayor”.

Y una asociación similar a la que se ha observado entre un mayor nivel de interleucina6, una mayor inflamación y un mayor riesgo de muerte en las mujeres se ha podido también ver en relación a otras dos moléculas, como son la interleucina 10 y el factor de necrosis tumoral alta, aunque en estos dos últimos casos esa asociación no es tan contundente.

En resumen, este estudio pone de manifiesto que las mujeres con niveles más altos de interleucina6 y 10 y del factor de necrosis tumoral alta presentan un incremento del riesgo de mortalidad por cualquier causa de entre el 20% y el 40% y los niveles más altos de interleucina6 también se han relacionado con una mayor mortalidad específica por cáncer de mama.

Por lo tanto, este trabajo confirma la hipótesis acerca del destacado papel que la inflamación crónica puede tener en la progresión del cáncer de mama, algo que resulta novedoso ya que, como señala la doctora Castro, “aunque los mecanismos de inflamación estén relacionados con la progresión del cáncer, hay muchos tipos de cáncer y en el caso concreto del cáncer de mama no es uno en los que la vía inflamatoria sea la más importante, ya que clásicamente se ha asociado más a las hormonas.

Asimismo, la investigadora pone de relieve que “este estudio también ha permitido identificar potenciales biomarcadores relacionados con el pronóstico de cáncer de mama”. “Hasta ahora no había muchos marcadores claros y en su mayoría estaban relacionados con factores genéticos”, señala al respecto para a continuación poner de relieve que algo muy interesante es que “estas moléculas identificadas son potencialmente modificables con el estilo de vida” y eso abre una vía para intervenir en lo relativo a la progresión de la enfermedad.