Cargando...

Análisis

ERC y Junts: menos votos y más poder en el Congreso

Preguntas y respuestas sobre la caída del independentismo en las urnas

Aragonès, Junqueras y Rufián el 23J Lorena SopênaEUROPAPRESS

¿Hasta dónde llegó la caída independentista en estas elecciones generales?

ERC y Junts tienen ahora 7 escaños cada uno: los republicanos perdieron hasta 6 y los posconvergentes cedieron uno. En el cómputo global, Esquerra y Junts quedaron por detrás del PSC de Salvador Illa y Meritxell Batet–con una importante victoria con 19 diputados– y también de Sumar, otra de las sorpresas de la noche después de haber cimentado este 23J desde Cataluña con 7 representantes, su anterior techo. En concreto, los republicanos se dejaron por el camino la mitad de los votos logrados en 2019 –874.000– y el domingo apenas lograron rebasar el umbral de los 460.000 este 23J. Los posconvergentes, por su parte, perdieron algo más de 100.000 votos y un escaño al pasar de 8 a 7. Por su parte, la CUP ha desaparecido del Congreso al no lograr retener los 2 representantes que había conseguido en las elecciones de hace cuatro años, sus primeras al Congreso.

¿Cuántos representantes tendrán ahora en la Cámara Baja?

Esquerra y Junts suman solo 14 representantes, un escaso botín si se compara con el de hace cuatro años y con la cantidad de diputados que aporta Cataluña en el Congreso. Republicanos y posconvergentes concentran solo 14 de 48 escaños provenientes de las urnas catalanas, por los 23 de la pasada legislatura. En porcentaje, ERC y Junts no llegan ni al 30% del voto en Cataluña, una cifra que hace cuatro años se elevó al 47% al sumar los 13 de ERC, los 8 de Junts y los 2 de los antisistema.

¿Es la cifra más baja?

Desde el inicio del «procés», sí. ERC y Junts lograron el domingo 14 escaños y algo más de 855.000 votos, la mitad que el 1,6 millones de noviembre de 2019. En 2016, justo antes del estallido del «procés», la lista republicana y la que se presentó bajo el paraguas de la órbita posconvergente sumaron entonces 17 escaños y 1,1 millones de votos.

¿Por qué es clave el independentismo si su poder es menguante?

Por la configuración de los bloques. La abstención de Junts y el voto a favor de ERC serían determinantes en segunda vuelta –cuando se necesitan más «síes» que «noes»– de una hipotética investidura de Sánchez. Si hace cuatro años ERC se abstuvo tras negociar con el PSOE y Junts se mantuvo en el «no», ahora los republicanos deberían votar a favor, y los posconvergentes abstenerse en una eventual investidura del candidato socialista. Una combinación diabólica que deja a Pedro Sánchez en manos de Carles Puigdemont –quien acaba de perder su inmunidad en Bruselas– y de Oriol Junqueras de nuevo. Es decir, en manos de 14 diputados, claves para el PSOE. Hace cuatro años, Sánchez no necesitó ni a posconvergentes ni a la CUP.

¿Puede influir su particular guerra interna o las alianzas con otros partidos?

Sí. ERC ya se ha mostrado más predispuesta a negociar con Sánchez y sus condiciones incluyen acabar con el déficit fiscal –sin concretar cómo–, el traspaso de la gestión de Cercanías y seguir con la mesa de diálogo. Además, los republicanos miran también hacia EH Bildu, con quien se presentaron conjuntamente al Senado. Por su parte, los posconvergentes se empeñan en público en seguir pidiendo un «frente común independentista» en el Congreso, una apuesta que se ha demostrado fallida hasta el momento. Ayer, la ejecutiva del partido lo volvió a reclamar.