Memoria histórica

¿Dónde se encuentra el cementerio militar franquista de Barcelona?

El llamado Panteón del Soldado genera todavía mucha polémica en la capital catalana

El Panteón del Soldado en Sant Andreu
El Panteón del Soldado en Sant AndreuWikipedia

Es uno de los espacios más controvertidos de la ciudad, una de esas asignaturas relacionadas con la memoria histórica que nadie se atreve a solucionar. Atacado y profanado en ocasiones, escenario de varias protestas, el Panteón del Soldado nos remite a una parte gris del pasado barcelonés. Se trata del Panteón del Soldado, situado en el cementerio de Sant Andreu.

En 1839, Sant Andreu del Palomar era un municipio independiente de Barcelona, aunque, como pasó con muchos otros, finalmente fue absorbido por la gran urbe en 1897. Fue en 1839 cuando la localidad inauguró su cementerio tras quedar pequeño el viejo y parroquial, conociendo una ampliación importante en 1899 con la incorporación 500 nichos gracias a las obras de remodelación dirigidas por el arquitecto modernista Pere Falqués, especialmente célebre por ser el autor de las farolas del Paseo de Gràcia. Fue la primera de una serie de obras que han servido para dibujar la estructura definitiva que tiene en la actualidad esta necrópolis, una de las más importantes de la capital catalana junto con las de Poblenou y Montjuïc.

Cementerio Sant Andreu
Cementerio Sant AndreuA. CruzLa Razón

Poco después del final de la Guerra Civil, en 1940, los arquitectos Juan Gordillo Nieto y Miquel Niubó comenzaron a trabajar en un proyecto controvertido a partir de una idea del general Luis Orgaz, uno de los principales responsables del golpe de Estado de julio de 1936. El que fuera capitán general de Cataluña entre 1939 y 1941 pensó que debía construirse un mausoleo dedicado a los soldados franquistas fallecidos sin recursos para poder pagarse una tumba. El lugar escogido para esa obra, finalmente titulada Panteón del Soldado e inaugurada en 1941, fue el cementerio de Sant Andreu. Presidido por la estatua de un militar que hace guardia, de autor anónimo aunque se ha llegado a atribuir equivocadamente a Frederic Marès, cuenta con dos filas subterráneas con nichos. Durante el franquismo, cada 2 de noviembre, se realizaba en el altar de este espacio una misa de difuntos por parte de los militares.

La escultura del soldado fue decapitada en dos ocasiones, aunque el Ejército finalmente restauró la obra además de limpiar una serie de tumbas que fueron profanadas. A consecuencia de la ley de memoria histórica, la simbología franquista del panteón fue eliminada.