Giro electoral
Trias gana por sorpresa el plebiscito contra Colau en Barcelona
El ex alcalde, sin embargo, podría ser apartado del gobierno por un acuerdo de izquierdas entre PSC, comunes y ERC
Las elecciones más reñidas de la historia de Barcelona, con tres candidatos en liza, se saldó con una victoria, ajustada pero clara del “anticolauismo”. Al fin y al cabo, el plebiscito contra la alcaldesa estaba más que servido. Su socio de gobierno, Jaume Collboni (PSC), era más de lo mismo pero un poco menos. Mientras que el candidato de Junts, Xavier Trias, semijubilado hasta hace apenas tres meses, proponía una enmienda a la totalidad. Es decir, el relato de la vuelta al pasado, casi mitológico, de Barcelona, se ha impuesto a sus contrincantes por un puñado de votos. No obstante, como ya ocurrió en las pasadas elecciones municipales, ganar no significa gobernar.
En “anticolauismo”, así las cosas, ha consistido en esconder las siglas, el perfil ideológico e incluso el programa. Xavier Trias, un político cercano y afable, era el mensaje. La Barcelona de las supermanzanas, de los ejes verdes, de los carriles bicis y del tranvía por la Diagonal está ahora por ahora en el aire.
Trias, sin embargo, dependerá de sus dotes negociadoras para ser investido alcalde. PSC, comunes y ERC suman lo suficiente como para arrebatarle el bastón de mando. Pero, sobre el papel, temas muy candentes y de rabiosa actualidad le separan le separan de un eventual acuerdo con el PSC. Trias ha defendido una desregularización del turismo y sus propuestas en materia de vivienda han sido tímidas.
La aritmética, en cualquier caso, es endemoniada. Trias podría ser alcalde gracias a un acuerdo con el PSC que, por extraño que parezca, ya existe en la Diputación de Barcelona. Collboni, a su vez, podría aspirar a hacerse con la capital catalana reeditando el tripartito, siempre y cuando, ERC, grandes perdedores de la noche, se avengan a negociar. Los comunes, por su parte, se han quedado a apenas 140 votos del PSC, por lo que incluso podrían poner sobre la mesa la posibilidad de una alcaldía compartida. Los socialistas, en cualquier caso, han ganado en tres de las cuatro capitales de provincia y han quedado segundos en Barcelona
Trias, visiblemente eufórico, y con Laura Borràs a su lado, arrancó su intervención con un “quién se iba a imaginar hace seis meses que estaríamos así y quién se iba a imaginar que hace tres horas estaríamos así (en referencia a las encuestas a pie de urnas”. “Me presentaba para ser alcalde. Y aquí estamos. Hemos ganado las elecciones”, ha añadido. “Somos conscientes de los resultados que hemos obtenido y de los resultados de los demás. Tendrán un alcalde, si ellos quieren, que hablará con todo el mundo para hacer una Barcelona mejor. Mi trabajo será ese: formar gobierno”, añadió. Collboni, en su discurso, no eludió la responsabilidad: "Barcelona ha votado progresista. El PSC no renuncia a nada".
La todavía alcaldesa de Barcelona ha notado el desgaste de los ocho años de gobierno que lleva en el cargo. En sus primeras elecciones, en 2015, consiguió 176.612 y 11 regidores. Cuatro años más tarde, sumó 156.493 sufragios pero perdió las elecciones con ERC. Y en esta ocasión se ha quedado en 131.500 votos. Es decir, Colau se ha dejado 45.000 votos en ocho años.
El gran perdedor de estas elecciones, tanto en Barcelona como en buena parte de Cataluña, ha sido ERC. Los republicanos han pasado de ser el partido más votado en los anteriores comicios, en 2019, a ser la cuarta fuerza en el consistorio. La candidatura que lidera Ernest Maragall ha obtenido 5 concejales, la mitad de lo que tuvo en las elecciones de hace cuatro años cuando ganaron los comicios, por primera vez en la historia que no les fueron sufucientes como para hacerse con la alcaldía de Barcelona.
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