El Ayuntamiento de Barcelona ha tomado medidas para frenar las aglomeraciones que se congregan en el Paseo de Gracia para sacarse selfies

El Paseo de Gracia de Barcelona se ha convertido en el epicentro de las festividades navideñas con su deslumbrante espectáculo de luces. Sin embargo, la magia de la temporada ha dado paso a un desafío logístico para la ciudad, ya que las grandes aglomeraciones de personas y turistas que buscan el selfie perfecto con las luces navideñas han generado problemas de tráfico y retenciones en la zona.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona ha tomado medidas drásticas para controlar el flujo de personas y mejorar la seguridad vial en el Paseo de Gràcia. La administración municipal ha decidido precintar el tramo entre Gran Via i Consell de Cent durante ciertas horas del día, cerrando el acceso a la zona para evitar que la multitud obstaculice el tráfico. Esta decisión busca aliviar la congestión vial y garantizar la seguridad tanto de los peatones como de los conductores.

Las restricciones, que se aplican especialmente durante los días festivos y las horas pico, implican un cierre temporal del área, con la presencia reforzada de la Guardia Urbana para supervisar y hacer cumplir las medidas. Se ha observado que muchos visitantes aprovechan los semáforos para peatones como oportunidad para detenerse en medio de la vía y capturar la imagen perfecta con las luces navideñas de fondo.

Estas acciones temporales, implementadas en los últimos días, buscan desalentar la práctica de detenerse en la vía y promover un comportamiento más seguro por parte de los peatones. El precintado se levanta por la noche, cuando la afluencia de personas es menor, permitiendo que la zona vuelva a estar accesible después de ciertas horas y garantizando así un equilibrio entre la celebración festiva y la movilidad urbana.