Salud y deporte

El aumento de los golpes en la cabeza de los futbolistas podría suponer un incremento de los casos de enfermedad neurodegenerativa

Un estudio ha puesto de manifiesto un crecimiento progresivo del número de impactos que los futbolistas reciben en la cabeza en los últimos 50 años y ello podría traducirse en una mayor incidencia de Parkinson, ELA o demencia entre este colectivo

Rematar de cabeza afecta al cerebro de los futbolistas
Rematar de cabeza afecta al cerebro de los futbolistaslarazon

Los jugadores profesionales de fútbol, a lo largo de una década, tienen un 50% más de riesgo de sufrir una conmoción cerebral y, en este sentido, cabe señalar que el 15% de las lesiones que se producen sobre el terreno de juego se deben a golpes en la cabeza o, lo que es lo mismo, a traumatismos craneoencefálicos.

Además, según han puesto de manifiesto dos estudios epidemiológicos en los que se evaluaron a futbolistas que jugaron entre los años 50 y 70 tras su retirada, existe una mayor incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson o la ELA entre los jugadores de fútbol profesional. Uno de estos estudios se publicó en 2019 y en él se analizaron 7.676 jugadores escoceses y se comprobó que el 3% murió de enfermedad neurodegenerativa, mientras que entre los controles ese porcentaje se situó en el 1%, lo cual indica que los profesionales del fútbol tienen 1,5 veces más probabilidades de morir por esta causa.

Los resultados del segundo estudio, que se llevó a cabo en Suecia en 2003, van en la misma línea. Entonces se analizaron los casos de 6 mil jugadores y de ellos el 9% desarrolló al cabo de los años una enfermedad degenerativa, por el 3% de los controles. Por lo tanto, según este trabajo, los futbolistas tiene 3,5 veces más probabilidades de morir por alguna de estas patologías.

Más golpes, más enfermedad

Ejemplo de ello es el equipo titular de la selección inglesa que ganó la final del Mundial de 1966, del que cinco de los once jugadores acabaron sufriendo demencia y, al parecer, ello podría relacionarse con una reiterada exposición de los futbolistas a impactos en la cabeza durante los partidos y entrenamientos.

Ante esta evidencia y frente a una posible sospecha de que en las últimas décadas se ha producido un aumento progresivo de la agresividad y competitividad en los partidos de fútbol, que ahora parecen ser más físicos, investigadores del Clínic-IDIBAPS y la Universidad de Barcelona pusieron en marcha un estudio en el que analizaron los golpes en la cabeza que recibieron los jugadores en los Mundiales de futbol de Alemania 1974, Italia 1990, Alemania 2006 y Qatar 2022 para comprobar si éstos realmente habían ido en aumento en lo últimos años, lo cual podría relacionarse con un incremento de los casos de enfermedades neurodegenerativas entre estos profesionales en próximos años.

Efectivamente, tras el análisis de 120 vídeos de partidos de esos cuatro mundiales, en el marco de este trabajo, publicado en la revista de Lancet Neurology, se confirmó que en los últimos 48 años ha habido un aumento significativo del número de impactos en la cabeza, tanto por golpes como por cabezazos al balón, que ha recibido este colectivo.

Concretamente, en 1974 y 1990 se cuantificaron 4.478 golpes, mientras que en 2006 y 2022 fueron 5.355. Entre estos últimos, en un 33% de los casos el jugador requirió atención médica y en 5 ocasiones incluso tuvo que ser retirado del campo. "Son sobre todo los defensas los jugadores que más golpes reciben y ello acostumbra a pasar en el área", concretó Irina Martín-Izquierdo, graduada en Medicina de la UB que ha llevado a cabo el trabajo.

Estos resultados sugieren que, efectivamente, en los últimos años se ha registrado un aumento de los golpes que sufren los futbolistas en la cabeza, lo cual hace prever un incremento de la incidencia de las enfermedades neurodegenerativas entre este colectivo. Y es que como comentó el doctor Alex Iranzo, neurólogo del Clínic, jefe del Grupo de investigación de Neurofisiología clínica del IDIBAPS, profesor de la Facultad de Medicina de la UB y líder de este estudio, durante la presentación de los resultados, "repetidos golpes en la cabeza no solo producen la muerte de células, sino que además tiene lugar la aparición y acumulación de proteínas, como la amiloide, que se relacionan con enfermedades como el Parkinson o la demencia".

Medidas preventivas

Pese a ello, el doctor señaló que "no hay que ser alarmista, ya que la gran mayoría de jugadores no van a hacer enfermedad neurodegenerativa", sin embargo, sería conveniente tomar en cuenta estos datos para, en la medida de lo posible, emprender acciones dirigidas a "reducir la frecuencia e intensidad de los golpes traumáticos a la cabeza durante los partidos de fútbol", las cuales podrían concretarse en iniciativas para "concienciar, para fomentar el juego limpio y castigar el sucio, así como recudir el número de partidos que disputan estos jugadores o incluso, como se ha hecho en algunos países, prohibir cabecear a los menores de 12 años".

En cualquier caso, es importante tener claro que "los beneficios para la salud del fútbol son más importantes que el riesgo de desarrollar enfermedad neurodegenerativa, que además, en el caso de aparecer, lo haría a los 30 o 40 años de la jubilación del futbolista, con lo que existe un margen de años para actuar y evitar que estos deportistas la hagan mediante, por ejemplo, la administración de medicamentos neuroprotectores que ya se están ensayando".

En esta línea, el grupo de investigación ha recibido dos becas para hacer seguimiento de jugadores del fútbol y el rugby, los cuales serán evaluados para detectar la aparición de marcadores de enfermedades neurodegenerativas latentes.