Prueba piloto
La Policía Local de Terrassa incorpora cámaras en sus uniformes
El objetivo es grabar todas las actuaciones que llevan a cabo
La policía local de Terrassa ha puesto en marcha una prueba piloto, que consiste en colocar una una veintena de cámaras en los uniformes de sus agentes, para registrar las actuaciones que lleven a cabo.
Según ha explicado el Ayuntamiento, los dispositivos recogerán tanto imágenes como audio. Además, y tienen una función de pregrabación de 30 segundos que permite conservar el material registrado, así como un sistema de encriptación que impide editar las imágenes, los datos del día, la hora, el año y el número de serie de la cámara.
La iniciativa tiene la aprobación de la Comisión de Control de Dispositivos de Vigilancia de Catalunya y ha costado 17.303,75 euros.
Los agentes harán uso de las cámaras –que disponen de un campo de visión de 130 grados y de 32 GB de almacenamiento– cuando actúen frente a hechos delictivos o infracciones administrativas graves o muy graves. Por ejemplo, cuando se ponga en riesgo la vida de terceras personas o la suya.
El objetivo es aportar más seguridad tanto a la ciudadanía como a los agentes, dotar de “una mayor transparencia el trabajo policial” y garantizar los derechos y libertades de las personas.
La prueba piloto tendrá una duración de tres o cuatro meses, tras los que se valorará “la idoneidad” del modelo.
Para el concejal de Seguridad, Vía Pública y Protección Civil, Xavier F. Rivero, «se trata de un ejercicio de transparencia que lejos de pretender fiscalizar las actuaciones policiales, las arrecial legitima la praxis de los agentes y los dota seguridad a la vez de llevar a cabo sus intervenciones».
Además, siempre que se utilice el dispositivo en una actuación policial, se tiene que mantener la grabación hasta que la actuación haya finalizado, para tener toda la información de la actuación. Finalmente, incorpora un sistema de encriptación que imposibilita la edición de las imágenes así como la manipulación y descarga de estas por parte de personas no habilitadas.
Recientemente, el mismo Ayuntamiento instaló de manera urgente cámaras de vigilancia en puntos calientes de los barrios de la Marina y Ca n’Anglada, donde el año pasado se registraron agresiones a ciudadanos y agentes de la Policía Municipal. La medida se llevóa a cabo después de una reunión extraordinaria con los responsables de seguridad del consistorio, en la que se decidió un paquete de medidas entre las que también estaba la de habilitar puntos de atención compartido en diferentes lugares de la ciudad entre Mossos y Policía Municipal.
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