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Disturbios por Hasél

ERC se alinea con la CUP y pide ahora investigar a los Mossos con la vista puesta en la investidura

Vincula posibles cambios en el modelo policial a la formación de un nuevo gobierno en Cataluña una semana después de las elecciones

Contenedores ardiendo tras la manifestación de hoy viernes en Barcelona, tras la cuarta noche de protestas por la detención del rapero Pablo Hasél Quique GarciaEFE

Esquerra se ha alineado con la CUP y reclama al departamento de Interior que abra una investigación para esclarecer si ha habido casos de mala praxis dentro del cuerpo de los Mossos d’Esquadra en los disturbios ocasionados a raíz del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. Una petición que llega después de la cuarta noche de altercados consecutiva, que se saldó con varios saqueos en comercios del centro de la ciudad, múltiples barricadas y destrozos de mobiliario urbano.

“El derecho a manifestación se debe garantizar siempre y la policía debe actuar con proporcionalidad y dentro de los protocolos establecidos”. “En caso de que no sea así, las actuaciones policiales se deben revisar de la forma más rápida posible para, si es el caso, depurar responsabilidades para no poner en duda la profesionalidad de todo un cuerpo”, aseguran ahora los republicanos.

En un comunicado, la vicesecretaria de Derechos, Libertades y Lucha Antirrepresiva de ERC, Marta Vilaret, ha insistido en que “es necesaria la formación de un nuevo gobierno para adaptar el modelo policial, un modelo democrático que ha de estar basado en la confianza mutua entre los cuerpos de seguridad, los servidores públicos y la ciudadanía”.

Un mensaje en la línea con el posicionamiento de los republicanos tras la creciente presión ejercida por Junts y especialmente por la CUP en este sentido. Ante las reclamaciones de los antisistema, en ERC se mantienen algo más templados y se muestran partidarios de revisar el modelo policial, aunque siempre vinculándolo a la formación de un nuevo Ejecutivo y a su andadura en el Parlament.

Y es que, prácticamente una semana después de las elecciones del pasado domingo, el caso Hasél y los disturbios en cuatro noches consecutivas de protestas por el encarcelamiento del rapero han irrumpido de lleno en las negociaciones para formar Govern. La intención de Esquerra era atar cuanto antes una investidura exprés de Pere Aragonès para frenar el paso a Salvador Illa (PSC), ganador en votos y escaños en Cataluña, y lograr un Ejecutivo de “vía ancha” integrado por ERC, Junts, CUP y comunes. Una maniobra ya de por sí compleja por los vetos cruzados y condicionada ahora por la radicalidad creciente en las calles, los altercados y la actuación de los Mossos en las protestas.

La CUP, cuyos nueve diputados pueden ser claves para completar los 33 de ERC y los 32 de JxCat en la investidura, ya ha advertido de que la actuación del cuerpo policial “condiciona” las conversaciones y ha exigido la dimisión del conseller de Interior, Miquel Sàmper. “Es evidente que el modelo de seguridad imperante y que hoy ejerce el Govern dificulta las negociaciones”, ha advertido esta semana la dirigente Maria Sirvent, quien ha asegurado que la CUP pondrá la cuestión encima de la mesa para hablar con ERC y Junts.

¿En qué se materializaría este giro de 180 grados? Los antisistema hablan de tres exigencias, además de dirigir sus criticas hacia Miquel Sàmper: “el control estricto de la actuación de los Mossos d’Esquadra”, “un cambio en el modelo de orden público” con la vista puesta en las unidades de antidisturbios, y la retirada de las acusaciones particulares por parte de la Generalitat.