Cultura
Vino y literatura maridan en Bodegas Protos
‘El Reino de las Letras’ de la nonagenaria bodega peñafielense suma las firmas de María Dueñas, Alice Kellen y Carmen Mola
Bodegas Protos suma nuevos miembros a su espacio cultural ‘El Reino de las Letras', que marida el vino y la literatura, con la firma de los autores María Dueñas, Alice Kellen y Carmen Mola (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero).
Las galerías subterráneas de la nonageneria bodega, impulsora de la DO Ribera de Duero y ubicada en el municipio vallisoletano de Peñafiel, en pleno corazón de esta zona vitivinícola junto al Duero, y bajo las faldas del castillo de la localidad, sede del Museo Provincial del Vino, acogen una sala dedicado a los amantes de la literatura gracias a algunas de las obras más significativas de la literatura en castellano, desde la Edad Media hasta la Generación del 27, pasando por el Siglo de Oro y la Generación del 98.
Los versos de Gonzalo de Berceo,Antonio Machado, Federico García Lorca, Quevedo o Bécquer se mezclan con libros y citas de escritores más actuales.
En ese lugar mágico, que se creó en 2017, está, por ejemplo, una cita de ‘El hereje’ de Miguel Delibes sobre el consumo de vino pero también autores como Sergio del Molino, Fernando Savater, Nuria Gago, Roberto Osa, Mara Torres o Javier Moro, algunos Premios Planeta, y otros de renombre como Ken Follet, Antonio Muñoz Molina y Juan Manuel de Prada, entre otros.
A partir de ahora, el hueco para colocar libros en esa parte de la bodega se reduce con los libros de María Dueñas (‘Sira’), Alice Kellen (‘Quedará el amor’) y de los escritores que están detrás del pseudónimo de Carmen Mola (‘El clan’). Y es que Bodegas Protos busca que sea un “espacio vivo”, donde haya una amplia representación del mundo de la cultura y la literatura para contar con una mayor riqueza. Además, estos escritores entran a formar parte, de alguna manera, de la gran familia de Protos.
“Aquí no damos barricas a firmar, como hacen otras bodegas, sino que se firman libros al ser algo tan especial, para enriquecer esta particular biblioteca”, apuntó el director de Comunicación y Marketing, Fernando Villalba.
María Dueñas estampó en la obra ‘Sira’ (Editorial Planeta): “Para Protos, con mi admiración por vuestras magníficas bodegas y vuestros espléndidos vinos y con todo mi cariño”, aunque también depositó ‘El tiempo entre costuras’.
Por su parte, Alice Kellen firmó su novela ‘Quedará el amor' (Editorial Planeta) con la dedicatoria: "Con infinito cariño e ilusión que siempre queda el amor, la luz y el vino". Por último, Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero dedicaron ‘El clan’ (Planeta) a “los amigos de Protos, con la promesa de enterrar algún cadáver en vuestros vinos”, además de dejar ‘El infierno’ y ‘La bestia’.
Dueñas confesó, según recogió la Agencia Ical, ser una amante de los vinos de Ribera de Duero y recordó que tiene una novela vinculada al vino, aunque centrada en los caldos de Jerez. “Aquí, hay para los Episodios Nacionales por que hay unos vinos magníficos”, apuntó. La autora aseguró que el vino es una “fuente de inspiración” al ser “gustoso de beber” pero, sobre todo, cultura. “Da para piezas literarias y para todo tipo de creaciones artísticas”, reiteró.
“Patrimonio cultural”
La autora apuntó que Planeta mantiene una gran vinculación con Protos y que desde hace años le habían propuesto visitar la bodega pero que, por problemas de agenda, no se pudo lograr. “Por fin, este año he hecho un hueco y estoy aquí encantadísima”, apuntó. Y es que precisó que España tiene el “privilegio” de tener una gran cantidad de vinos y zonas vitinícolas, “tan distintas y tan enriquecedoras en todos los sentidos”. Hasta el punto que llegó a calificarlo como un “patrimonio cultural” que hay que cuidar, tal y como se hace en la Ribera del Duero.
Alice Kellen confesó que la invitación a Protos fue “algo emocionante” y, sobre todo, “distinto”, que se aleja de la tradicional promoción de las obras. “Esta idea de juntar el mundo de las letras y el vino, además de compartir esta experiencia con otros autores, fue muy atrayente”, apuntó.
A su juicio, los libros y el vino “siempre” han ido de la mano, no solo por la imagen bucólica del autor escribiendo con su copa de vino, que es algo “irreal” sino sobre todo por la satisfacción del lector de, al final del día, abrir una novela saboreando un buen caldo. Añadió que el vino es “algo muy presente” en la vida de las personas, ya sea en un momento relajante o en una conversación con amigos.
Antonio Mercero defendió el “maridaje” entre el vino y la literatura, algo que ejemplifica a la perfección Carmen Mola ya que la literatura que propone es como un “pasapáginas”, que invita al “siguiente trago”, que, en definitiva, lo que tiene que hacer un buen vino.
Tras el éxito logrado en la pentalogía de Carmen Mola, y terminar las historias de Elena Blanco, apuntaron que ahora toca reflexionar sobre el futuro literario del tándem. “Nos van hacer falta unas cuantas cajas de vino para ver lo que haremos pero esperamos esté a la altura”, declaró, entre risas, Agustín Martínez. Algo que tendrán que decidir tras su vuelta de la Feria del Libro de Guadalajara (Méjico) en unas semanas. “Nos tocará sentarnos y decidir ‘ahora qué’. Ese día nos arrepentiremos de haber terminado con Elena Blanco por que llega el abismo”, bromeó.
Mercero apuntó que el “milagro” de Carmen Mola es que jamás hay discusiones literarias y las únicas son la elección del vino a la hora de comer. Jorge Díaz, quien reconoció haber visitado numerosas bodegas de Peñafiel, añadió que en las discusiones siempre preguntan si beben un vino de la tierra o un Ribera.
En presencia del presidente y vicepresidente de Protos, Edmundo Bayón y Antonio Sanz, todos ellos visitaron los entresijos de la bodega centenaria, incluida la original que data de 1927 -año de su fundación- y que desde hace un año ocupa el restaurante y el complejo enoturístico, donde aprovecharon para comer y degustar sus vinos.
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