Turismo
Un pueblo de apenas 30 habitantes con su "Capilla Sixtina" y su Estación de AVE
Se trata de una localidad zamorana cercana al espectacular parque del Lago de Sanabria
La España despoblada alberga verdaderos tesoros, tanto naturales como patrimoniales. Y en la mayoría de los casos, unos manjares gastronómicos únicos y singulares. Pero también hay pequeños municipios que albergan verdaderas sorpresas y a veces desconocidas para el turista. Y si a ello le añadimos que se convierte de la noche a la mañana en protagonista por que cuenta con una parada del Tren de la Alta Velocidad... Una circunstancia doble que hace a este municipio único.
Nos tenemos que desplazar a la comarca zamorana de Sanabria. Allí se ubica un pequeño municipio, pegado a Puebla de Sanabria, que albergaba la estación de trenes, pero que por causas logísticas y de ubicación hizo imposible la parada del AVE allí que va hasta Galicia y había que buscar un lugar próximo. Allí, entra en juego este municipio, de apenas 30 habitantes, y que se ha convertido en un pequeño oasis de revitalización rural gracias a que hace dos años, concretamente el 22 de julio, se inauguraba su estación. Nos estamos refiriendo a Otero de Sanabria.
La estación forma parte de la línea férrea de alta velocidad que une Olmedo con Galicia, entre las estaciones de Zamora y Porta de Galicia y que permite ahora, llegar a estas tierras desde la capital de España en tan solo 56 minutos. Eso sí, dos años después, el tráfico de viajeros sigue siendo algo escaso (cuatro diarios), y se espera que en estos meses de verano pueda existir un mayor movimiento.
Y el viajero que llegue a la estación, aunque debe hacer una pequeña caminata, puede disfrutar de una de las joyas existentes en Otero de Sanabria. Estamos hablando de la iglesia parroquial de Santo Tomás Apóstol, del románico tardío. En su construcción se pueden ver distintos estilos como el neoclásico, el mudéjar o el barroco. El edificio actual es del siglo XVIII y alberga un gran retablo renacentista en madera policromada.
Pero en su interior se puede descubrir el gran tesoro. Una multitud de pinturas que cubren la totalidad de la iglesia, y donde se incluyen también cubiertas y columnas y es por ello que se le ha dado la denominación de la "Capilla Sixtina" sanabresa. Las naves se encuentran llenas de dibujos donde se representan fuentes, formas vegetales y animales y hasta se puede llegar a descubrir castillos y pequeñas ciudades. Un trabajo realizado por Petrus Sopeña allá por el año 1773.
Pero también sorprende el retablo de estilo renacentista y policromado, que cuenta con una superficie de 63 metros cuadrados. Sobre el sagrario de la imagen de Santo Tomás, uno de los elementos centrales del retablo, se pueden ver hasta 16 imágenes, donde destacan el Calvario y las imágenes de bulto de ocho apóstoles, así como otras, de menor tamaño, con la presencia de San Miguel o San Roque, muy presentes en las iglesias sanabresas.
Pero la zona merece la pena visitarla, acercarse hasta la medieval "Puebla de Sanabria", con sus calles empedradas, coronadas con un inmenso castillo y con fachadas y balconadas coloridas que respetan la arquitectura tradicional. Y para los amantes de la naturaleza, y para quien se quiera refrescar, el Lago de Sanabria, el más grande de España, con sus misterios y sobre todo, con el agua más que fría.