Persecución de película con disparos y a toda velocidad por las calles de Salamanca

El pasado domingo las calles de Salamanca fueron testigo de una persecución policial a tres atracadores que acababan de cometer un robo con violencia usando un arma de fugo más propio de una película de una acción de Hollywood, con la difrencia de que en esta ocasión ha sido real y ha puesto en peligro de verdad la vida de muchas personas.

Como resultado, los ggentes de la Policía Nacional y Policía Local de Salamanca detuvieron a dos varones, de 44 y 65 años respectivamente, y a una mujer, de 40 años, tras protagonizar una persecución por distintas calles de la ciudad, en la que llegó a haber disparos, después de cometer un robo con violencia e intimidación.

Según informó este martes la Policía Nacional, los hechos ocurrieron durante la madrugada de este domingo, cuando una dotación de la Policía Local fue avisada de un robo con violencia e intimidación con arma de fuego sobre una mujer, por parte tres personas, en la céntrica calle José Jáuregui.

Cuando circulaban por la avenida de Portugal, los agentes observaron que un vehículo ocupado por tres personas se saltaba en rojo el semáforo de la intersección con el barrio Vidal, así que iniciaron su persecución con la finalidad de determinar la identidad de sus ocupantes, por si aparte de haber rebasado el semáforo en rojo, también pudieran ser los autores del robo con violencia e intimidación.

Cuando los ocupantes del vehículo se dieron cuenta de la presencia policial, emprendieron una veloz huida, siendo perseguidos por la Policía Local. Durante la persecución, hicieron caso omiso a todas las normas tráfico, saltándose numerosos semáforos en rojo, yendo, en muchas ocasiones, en sentido contrario, poniendo en grave riesgo la circulación rodada y la de viandantes.

En un momento de la intervención policial, el vehículo perseguido entró en la avenida Fernando Pessoa y después tomó un camino agrícola en dirección a las ruinas del antiguo puente ferroviario de La Salud, donde su conductor perdió el control, girando sobre sí mismo, y se quedó atorado sobre un montículo.

Los agentes se apearon del vehículo, adoptando medidas de seguridad al existir la probabilidad de que los ocupantes del turismo perseguido pudieran portar un arma de fuego. En ese momento, el conductor logró tracción en las ruedas del vehículo y lo dirigió a gran velocidad hacia los policías.

Éstos, al ver su vida en grave peligro, se vieron obligados al uso de sus armas reglamentarias, a la vez que se apartaban de la trayectoria del mismo ‘in extremis’ para no ser arrollados.

Nuevamente, continuó la persecución en dirección a la calle Adolfo Suárez, donde se incorporaron dotaciones de Policía Nacional. El vehículo perseguido continuó con su nulo respeto a las normas de tráfico, circulando a gran velocidad, rebasando semáforos en rojo, subiéndose a las aceras, y llegando al final de la calle Mayor de Chamberí, donde impactó con unos bloques de hormigón.

En ese instante, y cuando nuevamente daba marcha atrás intentando arrollar a los agentes, otro indicativo de Policía Nacional se interpuso en su camino, impactando el turismo perseguido contra el policial. A continuación, los nacionales se acercaron al coche con medidas de autoprotección, conminando a los ocupantes a que salieran. Como se negaron a cumplir la orden, se vieron obligados a fracturar los cristales del turismo, y los ocupantes ofrecieron gran resistencia a su detención, lesionando a varios agentes.

Una vez son reducidos, se comprobó que tanto los varones como la mujer que los acompañaba, coincidían plenamente con las características aportadas por la víctima del robo con intimidación previo a la persecución policial. También comprobaron que el coche era robado y tenía el marco de la puerta doblado, la carcasa de debajo del volante fracturada y le habían ‘el puente’. Fue trasladado a dependencias policiales para su examen.

Durante una posterior inspección ocular en la zona del antiguo puente de La Salud donde fue perseguido el vehículo, localizaron una pistola de aire comprimido, que posiblemente fuera la utilizada para el robo con violencia e intimidación a la mujer. Uno de los detenidos además estaba identificado previamente como autor de un robo con fuerza en un bar de la calle Toledo en el que utilizó otro vehículo sustraído. También se le imputa otro robo en un establecimiento de hostelería de la calle Trébol.

Ante estos hechos, los agentes procedieron a la detención de los dos varones y la mujer que les acompañaba, por delitos de robo con violencia e intimidación, contra la seguridad vial y atentado a agentes de la autoridad. Tras la realización de los tramites documentales oportunos, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial quien determinó el ingreso en prisión de los tres.