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Cultura

Elvira Lindo: “La escritura me ha enseñado a ser disciplinada en casi toda mi vida”

La escritora cierra el 33º Congreso Internacional de la Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera

Conferencia de clausura del 33º Congreso Internacional de Asele a cargo de la escritora Elvira Lindo Ricardo OrdóñezIcal

La escritora Elvira Lindo ha defendido la necesaria comunión entre la inspiración y la disciplina para dedicarse a la escritura, la tarea que ha enseñado a ser disciplinada a la niña con inspiración que siempre ha sido tanto para enfrentarse al reto de escribir una nueva historia como para cualquier tarea de su vida cotidiana, pero sin perder el aporte creativo de esa inspiración.

Elvira Lindo ha clausurado este viernes 1 de septiembre el 33º Congreso Internacional de la Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ASELE), celebrado esta semana en Burgos, con una conferencia en la que ha reflexionado sobre disciplina e inspiración, conceptos que parecen contradictorios en el oficio de escribir pero que deben ir de la mano.

“La escritura me ha enseñado a ser disciplinada en casi en todos los aspectos de mi vida”, ha indicado Lindo, tras recordar que en su infancia cultivó la indisciplina como forma de escapar del ambiente opresivo del sistema autoritario que regía en España, y también en su casa.

Lindo fue una niña “escapista”, “imaginativa”, “fantasiosa”, “valiente” para abordar lo prohibido y “con inspiración”, que “tuvo que hacerse adulta para someterse a la disciplina”, pues la escuela no la ayudó en esa tarea, en la “que sigue aprendiendo”.

Un aprendizaje que comenzó con la radio, su primer trabajo a los 19 años, que le enseñó que “cualquier acto comunicativo tiene que suceder en un tiempo limitado y con el objetivo de que sea comprendido por el receptor”, y “probablemente la medida del tiempo es lo que más educa la disciplina”, ha indicado la escritora.

Y de ahí a la literatura, a enfrentarse al reto de ser trabajadora y jefa al mismo tiempo, a ser capaz de organizar su propio tiempo, y paso a paso, trabajo a trabajo, “fue aprendiendo que aunque no respondiera a las órdenes de nadie, debía ser su conciencia la que dictara el horario”.

“No hay sábados ni domingos. Cada historia responde a una música muy concreta y si se abandona el trabajo por muchos días, luego es difícil volver a retomar el tono en el que se estaba escribiendo”, ha indicado en una disertación que ha tenido espíritu de cuento.

Elvira Lindo ha asegurado que “todo oficio creativo está sujeto a la disciplina”, hay una idea, con la que se empieza pero que se tiene que completar, y en su experiencia cuando comienza una historia, asume un compromiso con ella.

Y si bien la escritora ha asegurado que “no se escribe solo a base de disciplina” pues “cree mucho en la inspiración”, es verdad que hay ocasiones en las que esa disciplina es la que ayuda a frenar, a no escribir “de forma arrebatada”.

“Creo mucho en la inspiración, en ese momento mágico en el que una idea poderosa se hace presente, se revela, puede manifestarse a modo de la voz de un personaje, de una imagen, de un paisaje, de una escena, de un diálogo que, de pronto, se representa en tu mente una y otra vez”, ha insistido.

Pero, a lo largo de los años, ha aprendido que “hay momentos de inspiración que son como estrellas fugaces” y, si el escritor no se pone a trabajar sobre esa idea, de manera inmediata, “la estrella se esfuma y deja de ser interesante”.