Buenas noticias para Castilla y León en su lucha contra la despoblación.

Y es que la Comunidad ha ganado 3.775 habitantes en el último año, lo que supone un aumento del 0,15 por ciento, según los datos de la Estadística Continua de Población (ECP) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Un aumento detrás del cual se encuentra la inmigración colombiana, la marroquí y la venezolana.

Pese a este buen dato, la población residente de Castilla y León ha caído ligeramente entre mayo y junio de este año en 652 personas dejando la cifra de habitantes empadronados en 2.390.321 a fecha de julio.

De ellos, 1.174.646 son hombres y 1.215.675, mujeres, mientras que 2.200.974 son castellanos y leoneses de nacionalidad española y 189.347 extranjeros.

En cuanto a los grupos de edad, 59.533 personas tienen más de 90 años en la Comunidad, si bien el más numeroso es del de 55 a 59 años, con 191.845 personas, seguido del de 60 a 64 años, con 188.312 personas, y el de 50 a 54 años, con 187.445 personas.

La evolución este año refleja que la población sólo creció en cuatro provincias. Un 0,1 por ciento en Segovia, con 161 personas más, hasta 157.299; un 0,08 por ciento en Burgos, con 277 más, hasta los 359.955; un 0,03 por ciento más en Valladolid, con 175 personas más, hasta los 525.897, y un 0,02 por ciento en Salamanca, con 327.120, con 68 más.

Si bien, respecto a la variación interanual, Segovia fue la provincia más dinámica en términos demográficos, con un aumento de su población del 0,70 por ciento, que supuso sumar 1.098 habitantes. Le siguió Valladolid, con un incremento del 0,52 por ciento y 2.728 personas más; Burgos, con una subida del 0,51 por ciento más y 1.814 personas más, y Soria, con un avance del 0,21 por ciento y 190 personas más. También crecieron los habitantes un 0,12 por ciento en Salamanca, con 377 personas más, y un 0,11 por ciento en Palencia, con 168 personas más.