Sociedad

El Papa Francisco manda ánimos y solidaridad a los afectados por los incendios de Zamora

A estas horas el fuego permanece “tranquilo y sin llama” y las primeras estimaciones hablan de 20.000 hectáreas arrasadas

Una mujer echa agua en una zona vegetal afectada por el incendio en Ferreras de Abajo, Zamora
Una mujer echa agua en una zona vegetal afectada por el incendio en Ferreras de Abajo, ZamoraEmilio FraileEuropa Press

Los devastadores incendios que están asolando la provincia de Zamora, en especial la Sierra de la Culebra, no han pasado desapercibidos para el Papa Francisco, ya que desde la Secretaría de Estado del Vaticano se ha pedido en las últimas horas al obispo de la diócesis, Fernando Valera, información sobre el estado de los fuegos para trasladársela al sumo pontífice, transmitiendo su solidaridad y afecto a todas las víctimas.

El papa es especialmente sensible a este tipo de catástrofes, ya en su encíclica “Laudato si” demuestra una amplia y profunda preocupación por la habitabilidad de la casa común y plantea, a creyentes y no creyentes, una propuesta integral para propiciar un cambio de valores que permita desarrollar una espiritualidad basada en el respeto ecológico.

A lo largo de estos días, la Iglesia de Zamora, consciente de la dramática situación que atraviesa la provincia, ha estado al servicio de las víctimas, procurándoles la atención y material necesaria. Es por eso que desde el primer momento se le trasladó a Clara San Damián, delegada territorial de la Junta de Castilla y León, la total disponibilidad de la diócesis para colaborar en lo que fuese pertinente.

En este sentido, la diócesis puso el Seminario San Atilano a disposición del operativo de acogida, Cáritas recibió en sus residencias a una veintena de personas, también ha abierto una campaña de emergencia a favor de los afectados y algunos sacerdotes han acompañado a los evacuados compartiendo tiempo, animando y colaborando en la logística para hacer más confortable la estancia en recintos como IFEZA o el pabellón de Carbajales de Alba, ambos extraordinariamente gestionados durante estas jornadas.

Del mismo modo, el obispo de Zamora ha invitado a la comunidad cristiana a rezar por el eterno descanso de los fallecidos y quiere alentar a sus familias en los duros momentos que atraviesan, uniéndose a su dolor y rogando al Señor que les aporte la ayuda y el consuelo necesario en esta difícil situación. Monseñor Valera desea también la pronta recuperación de los hospitalizados y que los damnificados sean debidamente atendidos en orden a recuperar las condiciones necesarias para una vida digna en sus lugares de origen.

Desde la diócesis se quiere agradecer también la extraordinaria respuesta de los profesionales y voluntarios que han dado cobertura a tantas urgencias en estos días de miedos e incertidumbres.

Las labores nocturnas han permitido avanzar en el control del incendio que a estas horas permanece “tranquilo y sin llama”, según informan fuentes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Se estima que el incendio podría haber arrasado más de 20.000 hectáreas, según satélite Copernicus, que indica, que el área arrasada es adyacente a las 27.000 hectáreas que se quemaron hace algunas semanas en la Sierra de la Culebra.