Sociedad
Cáritas Diocesana de Zamora abre la Casa Betania para personas sin hogar
Cuenta con 16 habitaciones y capacidad para 29 ciudadanos
Cáritas Diocesana de Zamora inaguró su nueva casa de acogida para personas sin hogar, en la que ha invertido 1,2 millones de euros sin ayudas públicas institucionales, y que ya está casi al completo, al permanecer ocupadas 28 de sus 29 plazas.
El obispo de Zamora, Fernando Valera, subrayó que ese centro es fruto del compromiso de la Iglesia con los más pobres y recordó que, además del alojamiento a casi una treintena de personas, en la nueva casa de acogida se ofrece comida cada día a más de medio centenar de personas.
Las instalaciones, que sustituyen a la anterior casa de acogida que Cáritas de Zamora tenía en la ciudad, son atendidas por una decena de trabajadores y están adaptadas para personas con discapacidad. El centro se ubica en la Casa Betania del casco antiguo de la ciudad en la que vivieron las religiosas de las Siervas de María y que luego cedieron a la Diócesis de Zamora, que a su vez la cedió a Cáritas para acondicionarla como centro para transeúntes y personas sin hogar.
Las obras de adecuación se han desarrollado desde 2013 y se han financiado exclusivamente con fondos propios de Cáritas de Zamora, una herencia donada a la organización eclesiástica para ese fin y 200.000 euros a través de una ayuda de Loterías y Apuestas del Estado concedida a Cáritas Española.
El director de Cáritas de Zamora y presidente autonómico de Cáritas de Castilla y León, Antonio Jesús Martín, ha indicado que aunque la casa de acogida está completa la organización tiene capacidad para alojar a más personas si fuera necesario por una emergencia.
Al respecto, ha precisado que Cáritas ha contactado con las personas que voluntariamente viven en la calle y se les ha ofrecido a todas ellas la posibilidad de que duerman en la casa de acogida en las actuales condiciones de pandemia y de bajas temperaturas.
El nuevo centro supone un cambio respecto a las anteriores instalaciones porque ofrece “una atención más digna” para las personas sin hogar. En la planta baja del centro se ubica el comedor, la cocina, una sala de estar y una zona de trabajo para los monitores de la casa de acogida, mientras que el primer piso está acondicionado para personas de paso y en él guardan cuarentena las nuevas personas acogidas como medida preventiva frente a la Covid-19.
La segunda planta del centro está reservada para personas de media y larga estancia, que pueden pasar en las instalaciones desde periodos de quince días hasta varios años, en función de sus necesidades, evolución e inserción social y laboral, informa Efe.