Gastronomía

El paraíso de las croquetas está en Cantabria

En 2017 este restaurante obtuvo el premio a la mejor croqueta del mundo y se sigue manteniendo la misma receta irresistible

El paraíso de las croquetas está en Cantabria
El paraíso de las croquetas está en CantabriaSolana

Dicen muchos expertos gastronómicos que la categoría de un buen bar, restaurante o local se mide por cómo están sus croquetas. Hacer una buena croqueta lleva su tiempo, no es sencillo que la bechamel quede en su punto, tiene que tener sabor y el rebozado tampoco es sencillo, porque no puede quedar duro pero tampoco blando.

Es casi imposible encontrar a alguien en este país que no ame las croquetas, ya sean desde las clásicas de toda la vida de jamón serrano a otras versiones más modernas, que contemplan todo tipo de combinaciones.

Y como las croquetas son la excusa perfecta para ir a tomar algo o descubrir un nuevo sitio hoy te descubrimos el paraíso de las croquetas en Cantabria, un sitio famoso por estas bolitas de bechamel en su punto, con sabor, que se deshacen en la boca y que quitan el frío a cualquiera. ¿Quieres saber dónde están?

A media horita de Santander, en Ampuero, tienes el templo "croquetero" de Cantabria. No vas a ir a un lugar cualquiera, el local se inauguró en 1974 y hoy está a los mandos de la cocina la cuarta generación. Evidentemente la recetas de sus famosas croquetas es tan secreta como famosa, y ha ido pasado de padres a hijo entre los fogones de esta cocina.

Vistas del restaurante
Vistas del restauranteSolana

Este restaurante fue antiguamente un bar tienda en el pueblo y ahora, más modernizado y reconvertido, ha puesto en valor a la croqueta. Pero lo mejor de todo es que su fama ha derivado de los comensales que tras probarlas han ido haciendo mención de ellas y la información ha corrido en boca en boca hasta lograr que la fama de este local traspase todas las fronteras, primero las de su pueblo e incluso las de la región de Cantabria.

Este restaurante se caracteriza por tener cocina basada en productos frescos y de temporada, con una calidad suprema y que siempre intenta que el género sea de productores locales. A los mandos de la cocina, los hermanos Inma y Nacho Solana, cocinero con una estrella Michelín.

Recetas tradicionales, cargadas de sabor a Cantabria, con productos de la "tierruca" y unas croquetas que solo al partirlas te llevan al paraíso. Una bechamel bestial, cremosa, con muchísimo sabor, y un rebozado fino pero a la vez crujiente. Si necesitabas algo más, solo te podemos añadir que el restaurante está ubicado en una zona de montaña con unas vistas maravillosas, en plena naturaleza y donde vas a desconectar sí o sí.

En 2017 este restaurante obtuvo el título a la mejor croqueta del mundo, así que no te las pierdas porque siguen estando igual de exquisitas.