Turismo

El embarcadero natural para hacerte la mejores fotos en Cantabria

Se trata de un muelle natural con pequeñas embarcaciones y rodeado de naturaleza y montañas

El embarcadero natural más bonito de Cantabria.
El embarcadero natural más bonito de Cantabria.Turismo Cantabria

Cantabria tiene la suerte de que la bañe el Mar Cantábrico y de contar con puertos y bahías que son una auténtica belleza natural, lugares donde pasear, disfrutar de la naturaleza, conectar con ella.

Pero hay un puerto, pequeñito y escondido, que es uno de los que no se puede perder ningún visitante. Su belleza es impresionante y la tranquilidad que se respira en la zona es incomparable.

Se trata del puerto de Puerto o Muelle de Los Cantos, considerado por los expertos de la fotografía y de la imagen como uno de los escenarios mágicos para hacerse un fotografía y tener un recuerdo de por vida.

Se trata de un puerto de aguas tranquilas, con un embarcadero pequeño en donde se colocan en fila embarcaciones artesanales, de diferentes colores.

Muelles de Los Cantos.
Muelles de Los Cantos.Ayto Suances.

El otoño, con sus luces más apagadas y más cálidas, le confieren a este lugar un aspecto mágico, además de las característica idóneas para lograr fotos de postal.

Ubicado en Suances, es conocido por ser puerto de refugio para las embarcaciones de los pescadores que no tienen su camarote en el actual puerto de la localidad. La profundidad varía entre los tres metros y los ocho y medio.

Se puede pasear por la zona ya que hay un paseo muy bonito y este muelle tiene la suerte de estar ubicado en un paraje de montaña, junto al río de San Martín de la Arena. La ruta que hay entre el puerto y Suances se hace tranquilamente, no es nada peligrosa y se puede disfrutar en familia. Son siete kilómetros de ida y otros tanto de vuelta.

Durante el trayecto se puede disfrutar de las vistas marítimas y de montaña y también se puede hacer en bicicleta.

Lo que sí que no se puede perder es la oportunidad de sacar fotos en este enclave natural, ya sea con la luz de la mañana, del medio día o del atardecer. Quedan pocos puertos marineros con un encanto tan especial, con esta tranquilidad absoluta y que además, sean tana accesibles.

Los propietarios de las embarcaciones, que suelen ser gente del pueblo, son amables y si tienes suerte, puede que hasta te lleven a dar un paseo en una de sus lanchas.