Las dos cafeterías que sobrevuelan los Picos de Europa y que te enamorarán en Cantabria

Para los apasionados de la naturaleza y de Cantabria hay una opción que vuelve a estar abierta y es el Teleférico de Fuente Dé, que ha vuelto a abrir el viernes y te permitirá dar un viaje sobre los Picos de Europa y vivir una experiencia única, porque además te lleva a dos de la cafeterías más bonitas de toda Cantabria y que te introducen directamente en la belleza de las montañas.

Además, en las dos puedes disfrutar de una comida en uno de los enclaves más impresionantes ya no solo de la tierruca, sino del norte de España. La belleza de este lugar es algo que no se puede explicar fácilmente.

Este teleférico, que acaba de abrir tras terminarse unas labores de mantenimiento, salva un desnivel de 753 metros y sitúa al viajero a 1.823 metros de altitud en tan sólo 4 minutos, a una velocidad de diez metros por segundo. El teleférico te transporte a estas dos cafeterías, donde podrás disfrutar de unas visitas preciosas sobre Cantabria, una está ubicada en la cota inferior del teleférico, la cafetería Fuente Dé. Se trata de un lugar estupendo para comer, tomarse algo o disfrutar de un café o un batido. El horario de apertura es de lunes a domingo en horario de 10:00 a 17:00.

El teleférico de Fuente Dé está ubicado en Liébana, a unos 20 kilómetros de Potes y lleva funcionando más de 40 años, transportando hasta 20 pasajeros simultáneamente a una altura de 1.823 metros sobre el nivel del mar. .

La segunda cafetería se encuentra en la estación superior y se llama cafetería El Cable y cuenta con un balcón mirador orientado al sur desde el que se divisa una extraordinaria panorámica de la Cordillera Cantábrica, quedando al norte las cumbres del macizo central o de los urrielles de Picos de Europa. Aquí entrarás una amplia carta de picoteo, con platos combinados, bocatas y unas croquetas que son especialidad de la casa. Lo que desde luego es inmejorable son sus vistas.

Si quieres tomarte algo en un lugar diferente de Cantabria no te olvides de las caferías a las que te lleva el teleférico, allí arriba todo sabe mejor.