Sucesos

Condenan a un hombre a dos años de prisión por grabar a cuatro mujeres en su piso de Santander alquilado en Airbnb

El hombre instaló cámaras tanto en el baño como en un dormitorio y grabó hasta 26 vídeos de sus inquilinas

Juicio al acusado de grabar vídeos a las inquilinas a las que había alquilado su piso en Santander. Colocó cámaras en el baño y en un dormitorio y grabó 26 vídeos EUROPA PRESS 09/09/2024
Juicio al acusadoEUROPA PRESSEuropa Press

La Audiencia Provincial de Cantabria ha sentenciado a dos años de prisión a un hombre que grabó 26 vídeos de cuatro mujeres a las que había alquilado su apartamento en Santander en agosto de 2022 mediante la plataforma Airbnb, donde había instalado cuatro cámaras en el baño y en uno de los dormitorios. Las grabaciones mostraban escenas íntimas de las víctimas en diferentes momentos y durante dos días.

El acusado, de 35 años, ha admitido los hechos y aceptado la condena durante el juicio celebrado este mismo lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con el acuerdo de todas las partes involucradas.

Ha sido condenado a un año y medio de prisión por cuatro delitos de revelación de secretos y a seis meses de encarcelamiento por un delito de allanamiento de morada, además de pagar multas por un total de 4.320 euros. También se le prohibirá comunicarse o acercarse a menos de 500 metros de las víctimas durante tres años y nueve meses.

Después de la vista, la cual se iba a realizar de forma inicial con un tribunal del jurado pero que se ha resuelto con un acuerdo entre las acusaciones (ministerio fiscal y particular) y la defensa, se dictará sentencia. La magistrada ya ha declarado la sentencia como firme, puesto que todas las partes se han comprometido a no recurrirla.

De acuerdo con el documento firmado por la fiscal y los abogados, el acusado, quien no disponía de antecedentes penales, entró en el domicilio de madrugada sin el consentimiento de las inquilinas y se ocultó en una habitación no incluida en el contrato de alquiler con el fin de recoger las cámaras que había instalado antes. Así acabó siendo descubierto por las mujeres y ellas lo denunciaron.

Una vez detenido y antes de que se supiera que había hecho grabaciones, el acusado proporcionó a los agentes el código de desbloqueo de su móvil, lo que les permitió acceder a los vídeos almacenados en el teléfono.

Previamente a la vista oral, el implicado depositó 3.000 euros como compensación por el daño moral causado. En cuanto a la sentencia, se le han concedido las atenuantes de confesión y reparación del daño. Además, ha sido condenado a pagar las costas judiciales, incluidas las de la acusación particular, que ascienden a 3.000 euros.